El Aeropuerto de Huesca registró el año pasado 263 pasajeros

El aeródromo acumulaba al final del ejercicio de 2013 una deuda que superaba los 75 millones.

Las instalaciones del aeropuerto acostumbran a tener este aspecto, están abiertas pero vacías.
El Aeropuerto de Huesca registró el año pasado 263 pasajeros
R. GOBANTES

El Aeropuerto de Huesca-Pirineos podría funcionar solamente cinco días a la semana. Solo así conseguiría llegar a tener una media de un pasajero al día. Después de que la empresa Pyrenair dejara de ofertar vuelos en esta zona en 2011, el número de pasajeros no ha hecho más que descender de manera imparable. La cifra más baja se constata este año, cuando solo ha conseguido atraer a 263 pasajeros, diez menos que el año anterior.


Unas cifras muy alejadas de las que se imaginó en su día el Ministerio de Fomento cuando preparó el Plan Director de este aeropuerto. En sus hojas, escritas hace ya más de una década, se puede observar como la tendencia de este aeropuerto iba siempre al alza, obviamente sin tener en cuenta la crisis económica que iba a azotar al país a partir de 2008. Sin embargo, la hemeroteca tiene sus cosas. Mientras que en 2014 se preveía que transitaran 155.323 pasajeros por este aeropuerto, lo han hecho un total de 263. “Habría que saber quién elabora este plan de viabilidad porque no ha conseguido acertar en nada”, destaca Miguel Aso, diputado y portavoz en Obras Públicas de IU.


De hecho, en este mismo plan se especificaba la necesidad de que se mantuvieran los vuelos deportivos que se venían practicando en las instalaciones. No obstante, esto tampoco se cumplió a pesar de que se estimaba que unos 20.000 veleros pasarían por él. Finalmente se tuvieron que trasladar a Santa Cilia debido a las incompatibilidades de espacio. Tampoco se cumplieron las rutas que estaban previstas: París, Londres, Tenerife, Barcelona, Madrid... Solamente se hicieron viajes puntuales a algunos de estos lugares, además de la llegada de viajeros británicos por las subvenciones que puso la DGA para incentivar el turismo de esquí.


El mantenimiento de este aeropuerto cuesta más de 3 millones al año, unido a los 40 de desembolso que supuso su construcción, en la actualidad cuenta con más de 75 millones de pérdidas. “Al ser un aeropuerto de AENA tiene que tener unos gastos continuos de seguridad, bomberos, etc. que antes no necesitaba, por lo que cada día se sigue perdiendo dinero”, sostiene Aso.


En la actualidad la utilidad de estas instalaciones es casi nula. Prueba de ello es que en el último año solo se han realizado 865 vuelos, un 46% menos que durante 2013. “Únicamente se producen algunos vuelos privados y las operaciones de helicóptero de la Guardia Civil”, puntualiza Aso. Además, las medidas adoptadas en los últimos meses, con multas por el retraso a la hora de aterrizar tampoco fomenta que su uso aumente. De hecho, el último vuelo que se registra es de verano de 2013, hace ya año y medio.


Estas cifras sitúan al aeropuerto como el que menos viajeros transporta de toda España, por detrás del de Albacete que movió a 1.409 pasajeros en 2014. De hecho, estos dos, junto a 11 más conforman los trece aeródromos españoles que no son rentables según las directrices de la UE, que marcan como transporte mínimo los 100.000 pasajeros al año. Unos datos a los que ni siquiera se acercó en su mejor momento, cuando en 2009 superó los 6.000 viajeros.


En el horizonte queda la escuela de pilotos. Desde que en 2011 la empresa internacional Top Fly abandonara las instalaciones, ni AENA ni la DGA han conseguido cerrar otro acuerdo para seguir formando pilotos. Aunque en varias ocasiones han estado a punto, como por ejemplo este verano. De este modo, los dos organismos siguen trabajando en encontrar algún interesado para estas instalaciones. Otra de las últimas propuesta es volver a traer esquiadores británicos o de otras comunidades, algo que ya se intentó en sus comienzos pero sin mucho éxito.