Las obras del Coso Alto apuran los plazos para terminar la última semana de julio

El Ayuntamiento  asegura que se cumplirán las fechas fijadas con las constructoras.
Los comerciantes de la zona ven muy positivas las mejoras  y esperan con ilusión la apertura total de la calle

El Coso Alto de la capital oscense va poco a poco mejorando su cara después de tres meses tomado por las vallas y la maquinaria de obra. A tres semanas de la fecha fijada para el final de los trabajos de saneamiento y mejora, los operarios apuran los plazos para que los adoquines estén colocados a tiempo, ya que es recomendable que para que el firme se asiente bien este dispuesto por lo menos una semana antes de las fiestas de San Lorenzo, cuando soportará más tránsito de peatones. Para entonces se espera que la obra este totalmente finalizada, con el mobiliario y el alumbrado colocado. 


El concejal de Movilidad, Gerardo Oliván, asegura que los trabajos siguen los plazos previstas y se espera que puedan acabar «a finales del mes de julio, como se fijó desde su comienzo». Entonces, las empresas constructoras firmaron una cláusula con el Ayuntamiento por la que se comprometían a que el 20 de julio se podría pasar por la calle.


Aunque entre los comerciantes de la zona todavía hay dudas de cuando podrán disfrutar de la zona peatonal. Como muestra, Raquel Alonso, quien cree que el día 15 se despedirá de las engorrosas obras, mientras observa cómo los obreros trabajan frente al escaparate de su zapatería Zapatitos, situada en el número 15 del Coso Alto. «Está claro que no es agradable para nadie, pero entendemos que es algo inevitable», explica, antes de atender a un padre y su pequeña que se animan a cruzar las vallas amarillas para llegar a la tienda. 


También con ganas espera Jorge Álvarez, de la tienda La Kitchen, especializada en menaje de cocina y situada en el número 6 del Coso Alto, poder ver la puerta de su comercio libre de verjas y obstáculos, ya que la apertura del negocio coincidió con el inicio de las obras, por lo que lleva tres meses conviviendo con los ruidos y el polvo. «La oportunidad de abrir en este local surgió justo en ese momento y no se podía esperar. Comenzamos sabiendo lo que nos esperaba, así que nos lo tomamos con tranquilidad», dice el joven. A pesar de que en muchos momentos acceder a la tienda se convertía casi en una misión imposible, Álvarez hace un balance positivo de estos primeros meses. «Pese a las circunstancias hemos tenido un buen arranque y esperamos que cuando acaben las obras se note todavía más», dice convencido. La empresa de informática 

Ecomputer también ocupó recientemente uno de los locales del Coso Alto como lugar de venta de productos Apple. «El motivo de instalarnos aquí era porque se iba a llevar a cabo la peatonalización, ya que eso moverá mucho el comercio en la zona», explica Pablo Torres, responsable de la tienda. La mejor prueba de su afirmación la tenía en el aumento de clientes que experimentó el negocio cuando el paso frente a su puerta se amplió. «Al principio solo dejaron una pasarela entre vallas, y solo venía gente expresamente para hacer una compra. Cuando quitaron las vallas y el paso era mucho más ancho, el número de personas que entró, preguntó o simplemente echó un vistazo se pudo multiplicar hasta por diez», dice. 


Entre los transeúntes también hay muchas ganas de ver por fin el Coso convertido en calle peatonal. «Llevo a mi hijo al colegio Salesianos y tenemos que pasar a diario por aquí, y aunque ahora ya está mucho mejor, ha habido días en que era casi imposible con el carro del niño», dice Sonia Martínez, que no oculta su alegría ante la idea de que las obras ya estén en su recta final.