El Pirineo oscense sigue siendo ruta de paso para los narcotraficantes que quieren transportar droga desde España a Francia. Así lo ha vuelto a demostrar una compleja operación dirigida por la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) y la Unidad de Policía Judicial de Huesca de la Policía Nacional, y que ha contado con la colaboración de la Guardia Civil, que ha permitido interceptar un alijo de 700 kilos de hachís en dos coches de lujo que la banda de narcos abandonó en medio de un campo del pequeño pueblo de Villalangua, perteneciente al municipio de Las Peñas de Riglos, ante la persecución policial.

Según confirmaron este miércoles fuentes de la investigación a HERALDO, la operación se ha saldado hasta ahora con dos personas detenidas, que fueron sorprendidas el martes por la noche en un control de la Policía Nacional en la localidad de Puente La Reina y que conducían sendos vehículos lanzadera. No obstante, continúa abierta para tratar de localizar a los conductores de los otros dos coches que formaban el convoy y que consiguieron huir después de abandonar la mercancía.

En los últimos días, los agentes del Centro de Cooperación Policial y Aduanera de Canfranc habían intensificado los controles en las carreteras del Pirineo oscense ante las informaciones del inminente traslado de un importante alijo de droga hacia Francia.

Las pesquisas dieron sus frutos el martes, cuando fueron interceptados en la N-240, a la altura de Puente La Reina, los dos turismos que hacían de lanzadera (un Seat León y un Wolkswagen Golf) y detuvieron a los conductores. Al intentar cerrar la intervención con los dos coches que llevaban la mercancía, los narcos huyeron por la carretera del puerto de Santa Bárbara (A-132), de Puente la Reina en dirección a este Ayerbe.

La Udyco requirió entonces la colaboración de varias patrullas de la Guardia Civil al estar en zona de su jurisdicción y al final, los narcos, tras recorrer unos 20 kilómetros por la A-132, se desviaron hacia Villalangua y abandonaron la droga en un Porsche Cayanne y un Mercedes porque estaban muy cerca de ser detenidos.

Este miércoles por la mañana los investigadores localizaron los dos vehículos y descubrieron en su interior unos 700 kilos de hachís. Posteriormente, fueron trasladados en sendas grúas hasta la comisaría de la Policía en Huesca para continuar la investigación.

Vecinos de Villalangua explicaron que este miércoles por la mañana se sobresaltaron por la llegada a este pequeño pueblo de apenas una veintena de habitantes de varios agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil para inspeccionar los dos vehículos, que habían sido abandonados en un campo al que se accede desde el propia vía de entrada a la localidad. No obstante, los coches no se veían desde la carretera ya que los narcos los habían dejado escondidos entre unos árboles.

Los investigadores preguntaron a varios vecinos si habían visto a alguien sospechoso por el pueblo el martes por la noche, pero ninguno pudo aportar información.

Las mismas fuentes indicaron que está previsto que los dos detenidos pasen a disposición judicial previsiblemente mañana.

No es la primera operación de similares características que se lleva a cabo en la provincia de Huesca en los últimos años. En 2011, la Guardia Civil localizó en Candanchú un Mercedes con 805 kilos de hachís gracias a que unos días antes había encontrado otro vehículo de alta gama que los narcos abandonaron precipitadamente en Canfranc tras huir de un control de la Gendarmería francesa donde se había interceptado un coche cargado con 806 kilos de hachís. Todos ellos formaban parte del mismo convoy que viajaba de España a Francia con la droga. Dos años después, la Guardia Civil cerró la operación con un saldo de ocho detenidos y la incautación de casi dos toneladas de hachís y 500 gramos de cocaína.

Hace un año, la Guardia Civil también halló 50 kilos de hachís en un coche que se dio a la fuga tras saltarse un control en Nueno (N-330) hiriendo a un agente en su huida y que luego abandonaron en Sabiñánigo. Entonces se sospechó que también usaban el mismo 'modus operandi'.

Un método copiado de una película gala

El método empleado por la presunta banda interceptada en Huesca se conoce como 'Go Fast Routier' y toma el nombre de una película francesa de 2008 en la que el protagonista se infiltraba en una banda de narcos que importaba hachís en grandes cantidades desde España hasta el país galo utilizando también vehículos de alta gama a velocidades superiores incluso a los 200 kilómetros por hora.

Según han explicado la Policía Nacional y la Guardia Civil en las numerosas operaciones que han realizado contra este tipo de transportes, el vehículo que porta la droga va acompañado en todo momento por otros coches lanzadera que realizan labores de contravigilancia para alertar sobre una posible presencia policial en la carretera. Suele ser una modalidad altamente peligrosa para los agentes y para el resto de usuarios de las carreteras ya que estos vehículos circulan de forma temeraria.

Una vez que la droga llega a Francia, la vende una red de distribución a pequeña escala dependiente de la misma organización criminal.