La empresa de catering Brâssica, adjudicataria del servicio de comedor de acuartelamientos militares de la zona pirenaica, ha dejado sin trabajar a una cuarentena de trabajadores aragoneses tras cesar su contrato con el Ministerio de Defensa. 

Brâssica Group es un grupo español de alimentación especializado en catering de colectividades y en servicios especializados de alimentación adjudicatario del servicio de comedor de los acuartelamientos militares de San Bernardo y de la Victoria en Jaca, Sancho Ramírez de Huesca, la Brigada de Caballería Castillejos de Zaragoza y los cuarteles de Gerona y Talar en Cataluña, lo que denominan la zona pirenaica.

En Aragón, son unos 40 los afectados, la mayoría mujeres, con una media de edad de 45 años, que llevan sin cobrar "cuatro meses y 14 días", una situación que denunciaron el pasado jueves 15 de noviembre apoyados por el servicio jurídico sindical, según han informado  fuentes de UGT.

Brâssica había trasladado hace "pocos días" a sus trabajadoras la decisión del Ministerio de Defensa de cesar el contrato, "al parecer por no cumplir las condiciones al no pagar a los trabajadores y tener deudas con proveedores", han explicado las mismas fuentes.

Según fuentes del ejército, la empresa terminó el contrató y no aceptó las condiciones que se le ofrecían por lo que no se pudo llegar a ningún acuerdo, una situación que se alargará hasta el próximo año ya que no se ha llegado a ningún acuerdo con otra empresa y ahora no está previsto un nuevo contrato en este ejercicio en vista de que se lleve a cabo el próximo acuerdo marco que gestione este tipo de servicios en Defensa.

La empresa, que llevaba dos años al cargo de este servicio, ha aducido en declaraciones que su contrato terminó el 15 de noviembre, pero que dada la "gran reducción de plazas de comedor" y las condiciones para alargar este contrato, no lo aceptó.

Brâssica aseguró a la plantilla que a partir de ese mismo día 15 otra empresa se haría cargo de las trabajadoras "en las mismas condiciones", pero un día antes conocieron que nadie se había hecho cargo de ellas, de modo que, a pesar de intentarlo, no pudieron acceder a su puesto de trabajo habitual.

En este momento, la plantilla todavía sigue dada de alta en la Seguridad Social con Brâssica Group y son ayudadas por los servicios jurídicos sindicales para conseguir cobrar las nóminas adeudadas, un dinero que la empresa ha reconocido adeudar y que espera que cobren "a principio de año".

Mientras, han continuado estas fuentes, se aplicará "un ERE temporal" hasta que Defensa concluya ese acuerdo marco y saque a concurso la adjudicación de ese contrato en enero y puedan "volver a contratar a las trabajadoras".

En cuanto a los acuartelamientos, según las trabajadoras, los militares que se han quedado sin servicio de cocina se han organizado para cubrir esa labor o se trasladan a otros cuarteles cercanos.

Una situación que han confirmado fuentes del cuartel jaqués de San Bernardo, quienes han explicado que cumplen ese servicio con sus propios medios, "reciclando aquel personal que hace unos años realizaba esa función y con algún persona cualificada".