Baches, piedras y gravilla dificultan el tráfico en la N260

Gravilla, piedras, baches, charcos; el estado del tramo de la carretera N 260 entre las localidades de Broto y Fiscal (unos 15 kilómetros), actualmente en obras para la rehabilitación del firme, comienza a ser preocupante para los vecinos de la zona.

Así lo ha denunciado Javier Lanau, vecino de la localidad de Broto, quien no ha dudado en detener su vehículo para fotografiar el estado de la calzada. “Se trata de unos boquetes que si una rueda se mete en uno de ellos, acaba reventada”, comenta Javier Lanau. El joven ha informado además sobre un accidente sufrido un conductor en este tramo y que a pesar de que no causó daños personales de importancia, sí que dejó el vehículo, asegura: “en el taller, inutilizado tras el golpe”.

En su opinión, más que de unas obras de rehabilitación, se trata de “colocar parches”. “No existen señales que indiquen el estado de tramos como el de la curva en la que se encuentran los baches y puede encontrarse además gravilla amontonada de hasta dos dedos de espesor”, relata Javier Lanau. Y añade: “Existen puntos peligrosos, que a nada que un conductor tenga que acercarse al arcén cuando alguien le viene de frente, se sale de la calzada, aunque se esté conduciendo a treinta kilómetros por hora”.

Se trata además, como asegura este vecino de Broto, de una carretera muy transitada por todos aquellos que visitan esta parte del Pirineo oscense para visitar enclaves como el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y que daña, subraya, “la imagen de la provincia”.

La alcaldesa de Broto, Carmen Muro, admite que la vía se encuentra en un estado “regular” y asegura que ya se están dando los pasos necesarios para su arreglo. Apunta además como una de las causas de este deterioro, el incremento del tráfico en este tramo tras la apertura del tramo de N260 que une Yebra de Basa y Fiscal y que evita a los vehículos cruzar el puerto de Cotefablo.

Por otra parte, Manuel Larrosa, alcalde de Fiscal, asegura que todo el tramo se encuentra debidamente señalizado. No obstante, entiende, por otra parte, que los trabajos que se están llevando a cabo resulten “engorrosos” para los conductores. Por ello, pide paciencia y asegura que a pesar de las molestias que puedan causar a aquellos que circulen a diario, se debe valorar “las importantes mejoras” que se obtendrán tras su finalización.

Daños causados tras las tormentas

Desde el Ministerio de Fomento han ratificado así que se están llevando a cabo en la zona obras de rehabilitación del firme mediante el saneo de las diferentes capas que conforman la calzada y que consisten, de esta forma, en trabajos de “fresado, excavación y retirada de material o de reposición de este material”. “Antes de realizar estas labores de reposición y de extender los compuestos de vituminosas en la superficie, esta se protege con un tratamiento superficial provisional”, explican fuentes del Ministerio.

Las lluvias que han azotado el Pirineo durante el último mes de octubre habrían deteriorado dicha capa protectora, causando la actual situación en la que se encuentra la carretera, aunque como comentan también las mismas fuentes, los daños principales “ya han sido subsanados”.