AGUA

Las lluvias de las dos últimas semanas llenan los pantanos y obligan a abrir algunas presas

El aumento del agua embalsada en el Gállego y el Cinca prácticamente garantiza la campaña de riego de 2010.

El 2010 ha comenzado con los embalses prácticamente llenos gracias a las abundantes lluvias caídas durante la Navidad, que en algún punto del Pirineo dejaron más de 200 litros por metro cuadrado entre el 21 y el 31 de diciembre. La reserva actual prácticamente garantiza la campaña de riego que comenzará en marzo, e incluso ha sido necesario desembalsar agua en la cuenca del Gállego al superar algunas presas el 90 por ciento de su capacidad.

El incremento más espectacular se ha producido en el pantano de Mediano, que en solo dos semanas ha ganado 100 hectómetros cúbicos. El otro gran pantano de la intercuenca Gállego-Cinca, el de El Grado, ha subido 30 hm3 en el mismo periodo; y el tercero en importancia, Sotonera, 46.

La situación también es muy favorable en la cuenca del río Ésera. La presa de Barasona prácticamente ha duplicado su reserva de agua en los últimos quince días, pasando de 41 a 81 hectómetros cúbicos, y está al 96% de su capacidad, cuando hace un año el nivel del embalse apenas llegaba a la mitad.

En el río Noguera-Ribagorzana, en la frontera entre Aragón y Cataluña, el aumento ha sido menos espectacular. La presa de Escales ha ganado 10 hectómetros en la última semana y se sitúa al 90% de su capacidad, pero Canelles no alcanza el 30%, un porcentaje similar al del año pasado; mientras que Santa Ana se encuentra a la mitad.

Los regantes reconocen que las aportaciones de las últimas semanas han sido "muy importantes", hasta el punto de que prácticamente garantizan la posibilidad de regar a demanda, sin restricciones, la próxima campaña. En la cuenca del río Gállego, con menor capacidad de almacenamiento, incluso ha sido necesario abrir los aliviaderos. La Sotonera, por ejemplo, está al 93%, y es necesario mantener un margen de seguridad por si hay una avenida. No se ha llegado a esta situación en el Cinca, aunque solo quedan 100 hectómetros de capacidad de almacenamiento.

La reserva de nieve

Para los regantes, lo deseable ahora es que bajen las temperaturas y se asegure la reserva de nieve, reducida en los últimos días por las intensas lluvias. En las subcuencas pirenaicas, el día 26 de diciembre, fecha de la última medición, había nieve equivalente a casi 1.000 hectómetros cúbicos de agua, capaz de llenar dos embalses de Mediano. Esta cifra está algo por debajo de la del año pasado, pero muy por encima de la media del último lustro.

La mayor acumulación de nieve en el Pirineo aragonés se da en la cabecera del Gállego, hasta Búbal, con 124 hm3 de agua equivalente, mientras que en el resto de cuencas, las del Cinca, el Ésera o el Aragón, oscila entre los 80 y los 90 hm3.

Riegos del Alto Aragón ve ahora con más optimismo la campaña de 2010. "El panorama ha cambiado mucho respecto al que había en el puente de la Constitución, hemos pasado unas Navidades más tranquilos", afirma su presidente, César Trillo. Es casi la única buena noticia para el campo, con los precios de los productos agrícolas por los suelos y las nuevas subidas de la tarifa eléctrica. "No podemos garantizar con total seguridad la campaña, para ello tenemos que llegar a junio y también hay que esperar al deshielo, pero con mucha probabilidad podemos hablar de que será una campaña sin restricciones", añade.

El aumento de la reserva también supone una garantía para el suministro de agua de boca. El mejor ejemplo es el embalse de Vadiello, la principal fuente de abastecimiento de la ciudad de Huesca, que en 2005 sufrió graves problemas por la sequía. La presa del Guatizalema ha ganado cinco hectómetros -puede almacenar 16- en las semanas de Navidad.

En toda la cuenca del Ebro, la reserva de agua embalsada es de 5.302 hm3, lo que representa un 71,6%, cuatro puntos por encima del porcentaje de hace un año y superior al promedio de los años 2005 a 2009.