HUESCA

La descontaminación integral de lindano costaría más de 100 millones

La indemnización de 6,5 millones que debe pagar Inquinosa por los daños ambientales en Sabiñánigo no cubre ni una décima parte de la operación. Los trabajos durarán hasta el 2040

Río Gállego a su paso por Santa Eulalia de Gállego
La descontaminación integral de lindano costaría más de 100 millones
L.G.

HUESCA. La indemnización de 6,5 millones de euros por daños al medio ambiente que debe pagar Industrias Químicas del Noroeste (Inquinosa) a la DGA, tras el fallo del Supremo del pasado jueves, no solo será difícil de cobrar -a la empresa no se le conocen más bienes que la fábrica, unos terrenos contaminados y embargados- sino que no cubriría ni la décima parte del coste de la operación de descontaminación de los suelos de Sabiñánigo a los que en los años 70 y 80 se arrojaron sin control los residuos derivados de la producción del pesticida lindano.

Han pasado 20 años y se calcula que en el municipio sigue habiendo casi 200.000 metros cúbicos de tierras afectadas. Ésta es la capacidad de la celda de seguridad que se va a construir este año para encapsular los residuos repartidos en los vertederos de Sardas y Bailín, pero también en el entorno de la fábrica y en el embalse de Sabiñánigo. Cuatro focos de toxicidad a los que los ecologistas suman puntos dispersos "donde se vertió sin ningún control", afirma Mariano Polanco, de Ecologistas en Acción, que recuerda que éste es el caso más grave de contaminación detectado en Aragón.

La Dirección General de Calidad Ambiental de la DGA calcula que la limpieza integral de todos los suelos tiene un coste de más de 100 millones de euros y se prolongará hasta el año 2040. Inquinosa estuvo produciendo lindano desde 1975 hasta 1989 y este peligroso pesticida se mezcló en los vertederos con los de otras químicas, en una época de escaso control y grandes vacíos en la normativa ambiental.

La empresa no ha amortizado un solo euro para contribuir a eliminar los residuos que generó. Aunque en 2003 fue condenada por un juzgado de Huesca a pagar la indemnización millonaria, recurrió el fallo ante la Audiencia y posteriormente ante el Supremo, que acaba de rechazar su apelación.

Por contra, la Administración, a través de los convenios suscritos entre el Ministerio de Medio Ambiente y la DGA, ya se ha gastado 12 millones de euros en las actuaciones realizadas desde 1995, algunas de las cuales no han resultado efectivas, y ahora está ejecutando un nuevo acuerdo por 28 millones. La consejería de Medio Ambiente admite que resulta insuficiente y que habrá que seguir poniendo dinero. "La descontaminación de ciudades industriales como Bailén, o lo que pasa en Flix, son procesos muy largos y complejos y muy costosos", justificó la directora general de Calidad Ambiental, Marina Sevilla.

Los 100 millones de euros, a su juicio, "no es una cifra desorbitada". Esta estimación incluiría, además de las obras del nuevo vertedero de Bailín (19 millones de euros), los trabajos de biorremediación en estos terrenos, una vez que haya sido desmantelado el actual depósito, y en los otros suelos contaminados, así como el seguimiento de los niveles de toxicidad. Se calcula que habrá que hacer una vigilancia durante al menos 30 años. "El problema no son solo los suelos contaminados directamente, el agua que ha pasado por allí ha entrado en contacto con otros terrenos", reconoce Sevilla.

Más dinero, como en Flix

El cálculo no incluye el embalse de Sabiñánigo, que requeriría una intervención especial. No hay una estimación de su coste, pero se ponen como ejemplo, los 180 millones de euros en que se ha valorado la eliminación de la contaminación química del embalse de Flix (Tarragona), dinero que aportarán el ministerio y la Generalitat, según un acuerdo firmado en 2008.

"Yo quisiera esa implicación también para el de Sabiñánigo", señaló Marina Sevilla. "De todos es conocido que históricamente se ha estado vertiendo allí", añadió en referencia a la actividad de las industrias químicas en el municipio desde hace décadas y a la ausencia de control en el pasado. Valoró el esfuerzo ministerial, pero pidió una inversión similar a la de Flix. "Queremos resolver un problema que sucedió cuando ni siquiera existía la comunidad autónoma".

Por su parte, los ecologistas opinan que hoy por hoy no se extreman los controles para impedir las fugas de residuos líquidos desde los vertederos, que llegan al río Gállego a través de los acuíferos. Ecologistas en Acción lo ha puesto recientemente en conocimiento de la Fiscalía, el Seprona y la CHE. Afirman que la situación de los residuos "empieza a ser insostenible" y que las medidas que se están adoptando debieron ponerse en marcha hace años.

El embalse de Sabiñánigo. Está considerado el punto más sensible de la contaminación y donde más difícil y más costoso resulta actuar. Durante décadas, Inquinosa y otras industrias lo estuvieron utilizando para arrojar sus desechos, que bien se vertían directamente o llegaban a través de la capa freática. laura zamboraín