HUESCA

José Porta: "La sentencia ha devuelto el honor a muchas personas, algunas fallecidas"

Cuatro años después del mortal siniestro en la harinera de Huesca, el empresario, que fue el único acusado por lo ocurrido, ha sido juzgado y absuelto

José Porta posa para esta entrevista en una de la sala de molinos de Harinas Porta.
José Porta: "La sentencia ha devuelto el honor a muchas personas, algunas fallecidas"
RAFAEL GOBANTES

El 14 de abril de 2005 se produjo un explosión en Harinas Porta, en el centro de Huesca. Murieron cinco personas y otras catorce sufrieron heridas. La fábrica quedó gravemente dañada y permaneció cerrada año y medio. Tras su reparación volvió a producir. El juicio por lo ocurrido se celebró el pasado abril con el empresario José Porta como imputado.

 

La sentencia le absuelve de responsabilidad en la explosión de la harinera, pero no determina las causas del hecho ¿Qué sensación le produce esto?

 

La posición de la magistrada queda bastante clara en el sentido de que de la lectura de la sentencia se desprende claramente que no fue ninguna de las causas que esgrimen las acusaciones. Dice que lo más probable es que fuera el rayo, pero tampoco ella se atreve a asegurarlo. El tribunal se podía haber limitado a decir 'este señor no es responsable penalmente' y no tendría que haber dicho nada más, pero entra en el fondo de los asuntos. La sentencia es muy contundente y no deja cabos sueltos.

 

Si la causa de la explosión se hubiese determinado en el juicio ¿cree que la sentencia se hubiera dictado en otros términos?

No, porque en algún momento de la sentencia se dice que, independientemente de la causa, había un cumplimiento suficiente de las normas de prevención, incluso más allá de lo que exigía la normativa. La sentencia dice que el determinar la causa es el nudo gordiano de lo que puede ser una posible responsabilidad penal. La responsabilidad que puede tener un empresario o un directivo no es objetiva como podría serlo en el ámbito del accidente de trabajo, donde para que el empleado tenga cobertura, se entiende que las responsabilidad siempre es de la empresa. En el ámbito penal esto no se puede aplicar porque hace falta una responsabilidad subjetiva, es decir que haya una culpa, una negligencia o un dolo.

 

¿Confía en que el caso quede cerrado o teme que recurran?

Para mí está cerrado porque, aunque se presenten recursos, la sentencia es muy sólida. Me parece que es muy difícil ir contra ella. Es la opinión que me transmiten mis abogados. Los recursos no posibilitan el tener que repetir el juicio por completo, solamente si hubiera algunos errores en las apreciaciones de los hechos...Eso lo tendrá que decir la Audiencia en el caso de que planteen un recurso y lo admitan.

 

Su abogado dijo que la gente le condenó antes que la justicia ¿se ha sentido acosado?

Ahora, la sensación que tengo es justamente la contraria. Durante estos años me he sentido muy arropado no solo por parte de mis colaboradores y amigos sino por muchísimos vecinos de Huesca que me han expresado su apoyo y su afecto. La verdad es que no me he encontrado solo en ningún momento. Ha habido algún grupito minoritario que ha podido meter bulla... Otra cosa es lo que mi abogado llama la pena de banquillo, que es estar procesado. No es plato de gusto que te acusen de algo tan grave como cinco homicidios. Es una situación que no es cómoda, sobre todo cuando tienes la conciencia tranquila y sabes que has actuado conforme a la ley y tus principios éticos y morales.

 

¿Pensó alguna vez que la sentencia podía ser condenatoria? ¿En algún momento se llegó a sentir culpable de lo ocurrido?

Nunca. En ningún momento me he sentido culpable. Desde el principio estaban las cosas absolutamente claras en cuanto que la empresa tenía un nivel de prevención muy alto, un personal muy cualificado. Pero cuando estás procesado tienes mucha preocupación. Las instituciones en España funcionan y eso te hace confiar en que hay unas garantías y que estas no van a permitir que se te condene si no tienes una culpabilidad. Eso no quita para que haya dedicado muchas energías, tiempo y recursos económicos a tratar de defenderme contratando los mejores peritos y el mejor equipo jurídico que he encontrado, pero siempre con la conciencia tranquila desde el punto de vista moral y sin sensación de culpa. De dolor, muchísima.

 

¿Qué les dice a quienes comentaron que la rapidez en indemnizar a las víctimas respondía al hecho de lavar su conciencia?

Desde el primer momento tuvimos claro que era un rayo. En este caso, no solo no hay responsabilidad penal sino que tampoco habría responsabilidad civil. Hemos pagado tratando de satisfacer una obligación moral. No se trata de buscar una ventaja. En ningún momento se pensó en esto. Lo que sí nos supuso quebranto es que el Juzgado no permitiera disponer de la cantidad que la compañía de seguros había depositado.

 

Y a las familias ¿que les puede decir ahora?

La sentencia ha devuelto el honor a muchas personas, algunas de ellas fallecidas. En un procedimiento así uno no solo se juega su libertad y su patrimonio sino que se juega su honor, aunque solo sea poniendo dudas. Tengo buena relación con las familias. Pero para ellos verme a mí es recordar otra vez lo ocurrido y tratas de no ser pesado, de no provocar innecesariamente unos recuerdos que son dolorosos, pero hay un afecto y una relación muy cariñosa.

 

En todo este tiempo ha habido muchos cambios en la fábrica ¿cómo se supera un hecho así?

 

La empresa Harinas Porta ya no ha vuelto a ser la misma, en primer lugar porque perdió a elementos muy importantes de su capital humano. Es difícil volver a configurar un equipo.