El titular del Juzgado de Instrucción nº 3 de Huesca decretó ayer el ingreso en la prisión de Zuera de dos de los jóvenes detenidos por su presunta participación en la reyerta ocurrida la madrugada del pasado domingo en la zona de bares del Tubo, y que se saldó con un herido grave y seis leves por cortes con botellas de cristal rotas. Se trata de dos hermanos de 18 y 24 años, respectivamente, de nacionalidad marroquí. Un tercer arrestado de 29 años quedó en libertad al igual que otro joven de 25 años que fue detenido ayer como consecuencia de las investigaciones policiales. Cabe recordar que otro menor de 17 años implicado también en la pelea fue puesto en libertad el lunes bajo la custodia de sus padres tras prestar declaración.

El juez tomó la decisión de enviar a los dos jóvenes a prisión a última hora de ayer como presuntos autores de varios delitos de lesiones con armas, que podrían conllevar penas de 2 a 5 años de cárcel e incluso de 6 a 12 años si se demuestra que las heridas han provocado deformidad en algunas de las víctimas. De hecho, fue tal la demora que ambos acusados tuvieron que pasar la noche en los calabozos de la comisaría de Huesca y serán trasladados hoy a la cárcel de Zuera.

Fue el final de una ajetreada jornada ya que la Policía Nacional tuvo que practicar más de 30 ruedas de reconocimiento en dependencias de la comisaría oscense, que se prolongaron desde las 10 de la mañana hasta las 3 de la tarde, para que una docena de personas, entre testigos y heridos, trataran de aclarar la autoría de la reyerta. En las mismas estuvieron presentes el juez y la fiscal del caso y varios abogados, entre ellos el oscense Manuel Arcas, cuyo cliente quedó finalmente en libertad. Y es que el martes, a raíz de la declaración de los tres detenidos hasta entonces, habían surgido dudas sobre su participación en los hechos y se ordenó realizar nuevas diligencias.

Fuentes policiales aseguraron que había habido "varios reconocimientos positivos" pero también cierta confusión respecto a alguno de los implicados. Y es que varios de los testigos creyeron identificar a uno de los participantes en las ruedas como uno de los agresores de la reyerta pese a que, al parecer, solo había acudido a la comisaría oscense como un mero figurante.

Además, los funcionarios oscenses se desplazaron ayer al Hospital Miguel Servet de Zaragoza para tomar declaración al único herido de la reyerta que permanece aún hospitalizado tras ser intervenido quirúrgicamente por varios cortes profundos en la cabeza y en la mejilla.