HUESCA

David Tellechea: "Las fiestas de San Lorenzo tienen muchos iconos, pero la albahaca está en todos"

El diseñador David Tellechea firma el cartel de las fiestas de San Lorenzo 2008 con una obra alejada de la polémica que suscitó el del año pasado. Con él se vuelve a la fórmula del concurso abierto, interrumpida en 2001 con la selección a dedo de los artistas.

¿Qué hay del alma de las fiestas de San Lorenzo en su cartel?


El cartel es muy claro: una bombilla cuyo filamento es una ramita de albahaca. La rama representa las fiestas de San Lorenzo, unos días en los que Huesca se ilumina, se llena de energía y de cosas positivas. Por eso el título del cartel es "Días de luz".


Al margen de la albahaca, no hay otros elementos identificativos de la fiesta. ¿Ha huido a propósito de los más tradicionales, como los danzantes, el busto del patrón o la parrilla?


El cartel que hice en 1996 es muy distinto al de ahora. Aquel era un collage donde salían todos: parrilla, santo, fuegos artificiales, toros, peñistas, danzantes... Pero en el diseño hay una evolución, y en mi persona también. En este momento el diseño son ideas muy claras, lo más sencillas posibles, que intentan impactar. Las fiestas de San Lorenzo tienen muchísimos iconos, pero la albahaca está presente en todos los sitios: la lleva el danzante, el peñista, el santo, se pone en casa, en el ayuntamiento, en los toros. Como me decidí a elegir un solo elemento representativo, opté por la albahaca.


¿Quizá ha escapado también de la polémica? Porque el conejo que protagonizaba el cartel del año pasado fue objeto de todo tipo de chanzas.


Opinamos mucho sobre los carteles, pero la cuestión es si un cartel funciona o no. Como decía aquel, que hablen de mí aunque sea mal. El año pasado se habló mucho, y en ese sentido cumplió el objetivo. Yo, enseguida tuve clara la idea, independientemente de si era o no polémica. No me importaría que la hubiese, aunque tampoco la busco.


Supongo que ha recibido elogios y felicitaciones... ¿pero alguna crítica?


Pues en principio, no; por lo menos no a la cara. Sí que me ha dicho alguno que lo veía poco colorido, poco festivo. Pero eso es cosa del gusto de cada uno. El objetivo que tiene el cartel, yo creo que lo cumple, y en ese sentido estoy satisfecho.


¿Y cuál es ese objetivo?


Que llame la atención, que la gente pierda unos segundos en observarlo y en entenderlo y que, cuando se cuelgue por las paredes y los comercios, se relacione rápidamente con las fiestas de San Lorenzo.


¿Un cartel es como un cóctel, una mezcla de ingredientes en determinadas proporciones?


Un cartel es un mensaje en la pared. La manera de enganchar a la gente está ya estudiada: los colores, la tipografía, la composición... Eso lleva detrás un estudio y un porqué.


¿Los de San Fermín son el referente para los cartelistas?


San Fermín es la primera división. Suelen acertar todos los años y crear escuela.


En 2001 se dejó de convocar el concurso del cartel de Huesca y hasta 2007 se designó a dedo a los artistas. Este año se vuelve a la fórmula inicial, ¿qué le parece?


La asignación directa es más polémica porque dejas la creación en manos de un artista que puede hacer lo que quiera. En un concurso se presentan profesionales, aficionados..., y es más fácil de que la gente esté contenta.


¿Qué opinaban los profesionales de la elección directa?


No sé qué criterios se seguían para seleccionar a los artistas. Unos años se ha acertado más que otros. Si se hacía a dedo, pero se buscaba a creadores oscenses, tampoco está tan mal. Sin embargo, el concurso abre más el abanico y permite la participación. Yo hace 12 años estaba empezando y tuvo la posibilidad de ganar. Además, la creatividad se desborda mucho más cuando hay un concurso que si hay un encargo, pienso.


Algunos se encargaron a pintores y más que carteles parecían cuadros.


Me puede gustar un cuadro, pero no como cartel. En el cartelismo hay una evolución: el de hace 50 años refleja la estética de aquella época. Volver a un cartel con estética "antigua" no me parece adecuado. A veces, es difícil delimitar la línea entre pintor y diseñador gráfico. Un cartelista es un diseñador gráfico y un pintor no tiene por qué tener nociones de diseño. En todo caso, no me parecen mal los carteles que se han hecho pintados, los veo bonitos y sé que a la gente le gustan.


El Partido Popular proponía que se hiciera un concurso internacional.


El concurso puede estar abierto a todo el mundo, pero la gente que lo va a saber entender y lo va a saber transmitir, por lo menos, tiene que conocer la fiesta y los elementos que la caracterizan. En caso contrario, es imposible poner un trocito del alma de San Lorenzo en el cartel.


El conejo del año pasado no era muy laurentino.


Por lo menos llevaba pañoleta.