"El caso de la leona de Banastás llegó a tener tintes de locura"

Uno de los operativos que nunca olvidará Arturo Notivoli fue el que montaron en el verano de 2005 para atrapar a una supuesta leona que andaba suelta por Banastás, a pocos kilómetros de Huesca. "Hubo un gran alboroto y parecía que había algo porque eran testimonios de gente seria, aunque la prensa también puso mucho de su parte también", recuerda entre risas. Era un año muy seco y estuvieron controlando los puntos de agua "porque tenía que ir a beber sí o sí". Pero pese al amplio operativo, "nunca jamás encontramos nada". Recibían 20 o 30 llamadas al día de gente que la había visto a la vez en sitios distintos. La situación llegó a tener "tintes de locura". Un día, una patrulla de servicio vio en Puibolea un perro que su dueño le había cortado el pelo dejándole un pompón en la cola "y de lejos tenía apariencia de un león". Además, era muy nómada y podía estar dos o tres días desparecido. Todo encajaba. Le enseñaron una foto con la mitad del cuerpo al principal testigo, que lo identificó aunque luego vio la imagen entera del perro y se retractó. Pero a raíz de publicar la foto, "ya nadie volvió a ver la leona".