“Si has nacido en el Perpetuo Socorro, siempre serás del barrio”

Una exposición viaja al pasado del barrio oscense, que se ha transformado mucho en las últimas décadas.

La exposición del Perpetuo Socorro.
La exposición del Perpetuo Socorro.
R. Calvo

Son 160 imágenes, pero guardan muchos más recuerdos. Desde niños con pantalones acampanados jugando en calles empedradas, a industrias ya cerradas, familias vestidas de domingo posando o equipos de escolares. Y así, todos lo que alguna vez vivieron en el barrio Perpetuo Socorro de Huesca se pasan estos días por el vestíbulo del centro cívico que se ubica en la zona, para contemplar la exposición que desde el pasado lunes retrocede varias décadas por sus calles. De hecho, la inauguración de la muestra fue todo un éxito, llenando el salón de actos del edificio, ya que se acompañó de una conferencia sobre la evolución de esta parte de la capital oscense.

“Todo aquel que nació en el Perpetuo Socorro, siempre será del barrio, y es algo que todos siempre tenemos muy presente y que sacamos a relucir a la mínima”, asegura Olinda Sanagustín, de acuerdo a su experiencia como vecina del barrio hasta los 17 años. Además, durante meses se ha encargado de recopilar los elementos expuestos, junto a Santiago Castilla, que ha elaborado un emotivo audiovisual con todo el material de la muestra.

La selección de las imágenes colgadas, una tarea “complicadísima”, se llevó a cabo sobre 400 fotografías. Pero las que quedaron descartadas se pasarán en un nuevo acto este viernes, día 24, a partir de las 19.30.

La exposición permanente se divide en varias zonas, ya que aunque las fotografías, donadas por vecinos, acaparen gran parte de la atención, también hay tres vitrinas con objetos ligados a la vida del barrio, como los programas festivos –el más antiguo data de 1967-, juguetes o elementos de su cofradía.

Además de una pared en la que los vecinos van colocando con post-its aquellas frases que solo aquellos que se criaron allí reconocen. “Ir a jugar a la casa negra, o al Pedregal, o ver al Yesero”, comenta Sanagustín. También hay un mapa de la provincia permite a sus antiguos habitantes ubicar con chinchetas sus lugares de origen. “Porque es un barrio obrero que se creó no solo con gente de la ciudad, sino también de otros puntos de la provincia. E incluso en los años 70 llegó mucha gente de Andalucía”.

De aquellos antiguos vecinos, ahora ya son pocos los que siguen viviendo el barrio, pues como explica Olinda Sanasgustín, la creación de una zona industrial bordeando el barrio impidió su expansión. “Se cercó mucho, pero yo creo que si se hubiera construido más, seguro que la mayoría nos hubiéramos quedado aquí”, añade.

Muchos de ellos que se trasladaron a otras zonas de Huesca regresan ahora para ver la exposición, que se puede contemplar de 9.00 a 14.00 y de 16.00 a 21.00. Este miércoles a media tarde lo hacía Mapi, que conserva su piso en esta zona de su ciudad, pero se trasladó a otro barrio. Así, reconocía con emoción entre las imágenes a amigos y conocidos, incluso a su padre, inmortalizándolo también con su propio móvil. “Era como vivir en un pueblo, estabas todo el día en la calle y había muchos niños”, recuerda. De hecho, cuando se acercaban al centro de la ciudad utilizaban la expresión “ir a Huesca”, que algunos de los que todavía residen allí, todavía usan.

Ahora, la realidad del barrio es muy diferente, siendo una de las zonas de la ciudad donde convergen más culturas diversas. “Recuerdo que cuando yo era joven, había muchas ideas preconcebidas sobre la vida en el barrio por parte del resto de la ciudad, la mayoría de ellas equivocadas, ya que muchos de nosotros somos ahora médicos o abogados, por lo que creo que tampoco debemos juzgar la vida actual aquí”, dice Orinda Sanagustín sobre su antiguo barrio, a la vez que asegura que entonces se respiraba un sentimiento de comunidad enorme.

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