Visitar al pozo de hielo de Barbastro es una tarea complicada y desde hace un tiempo inútil, a no ser que un colegio concierte cita con la Comarca del Somontano, que gestiona su acceso. La última visita la realizaron un grupo de escolares antes de las vacaciones de verano, pero desde entonces está cerrado ya que el interior de este espacio etnológico –uno de los más monumentales y mejores conservados del Alto Aragón- ha sufrido desperfectos y vandalismo.

Dada su ubicación alejada del casco urbano, el pozo de hielo se ha convertido en lugar preferido para los gamberros que destrozaron la claraboya superior, lo que generó filtraciones de agua y afecciones en los equipos informáticos. Además los muros están decorados con grafitis y pintadas, y la entrada se ha convertido en un basurero.

"Las sendas o están con maleza en verano porque no se ha desbrozado o con charcos y hielo estos días de frío por las filtraciones de los depósitos de agua", que se encuentran en la Barbacana, encima del pozo de hielo, cuenta el presidente de la asociación de vecinos del barrio de San Juan, Javier Cabrero.

Desde el barrio de San Juan han pedido en varias ocasiones al Ayuntamiento que tome medidas para acondicionar el entorno y abrirlo al público "ya que llegan las visitas y tristemente les tenemos que decir que no está abierto", explica Cabrero.

Para visitar el pozo de hielo o bien hay que solicitar hacerlo en la Comarca o en la Oficina de Turismo de Barbastro. Pero desde hace unos meses está cerrado al público hasta que se acometan "unas pequeñas reformas que se deben realizar que se ejecutarán cuando se pueda", informan desde el ente comarcal.

Desde el PP se suman a esta denuncia y ayer presentaban una moción al pleno del Ayuntamiento de Barbastro pidiendo que se adopten las medidas de limpieza y adecuación del pozo de hielo y sus accesos para que los vecinos y visitantes lo puedan disfrutar. También piden que se impulse el muy demandado –por los vecinos de San Juan y Entremuro– parque de la Barbacana, incluyendo una partida presupuestaria en los presupuestos de 2018.

El pozo de hielo de la Barbacana de Barbastro, entre los barrios del Entremuro y de San Juan, abrió sus puertas en 2006 tras un largo periodo en desuso con una nueva utilidad, que distaba de su originaria función de abastecer de hielo a la ciudad del Vero y a la comarca durante los siglos XVII, XVIII y XIX. Se remodeló como un nuevo espacio museístico para reflejar cómo fue la actividad desarrollada en su interior durante más de tres siglos.

El pozo, que fue edificado en 1612, es uno de los neveros más importantes de la provincia de Huesca, por su monumentalidad y por la actividad económica que desarrolló.