Cultura cede la gestión del castillo de Montearagón al municipio de Quicena para impulsar las visitas

El Ministerio reconoce que no tiene medios en el territorio y faculta al ayuntamiento para ocuparse del monumento.

La firma de la encomienda congregó en el castillo a numerosas autoridades.
La firma de la encomienda congregó en el castillo a numerosas autoridades.
Rafael Gobantes

El castillo de Montearagón dejará de gestionarse a partir de ahora a 400 kilómetros de distancia, desde Madrid. El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha cedido el mando, que no la propiedad, al Ayuntamiento de Quicena, donde está enclavado, para que este se encargue de su mantenimiento, vigilancia y promoción con la idea de dar un impulso al monumento, cuyos orígenes se remontan al siglo XI y que tuvo un papel clave en la formación del Reino de Aragón. En manos del Ministerio quedarán las inversiones principales en  obras de rehabilitación.

El traspaso de la gestión se formalizó ayer en la iglesia de la fortaleza, situada a 5 kilómetros de la capital oscense, mediante la firma de un convenio entre el alcalde de Quicena, Javier Belenguer, y el subdirector general de Contratación y Gestión Patrimonial de la Gerencia de Infraestructuras del Ministerio, Ignacio Castillo. Al acto asistieron numerosas autoridades, encabezadas por el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde.

El convenio establece que las dos partes están de acuerdo en la necesidad de hacer compatible "el acceso permanente y continuado de los ciudadanos al castillo y la posibilidad de realizar actividades en su recinto con la seguridad de su uso y la protección de los valores patrimoniales", lo que conlleva la coordinación de una serie de medidas mínimas de vigilancia, limpieza y mantenimiento del lugar.

El representante del Ministerio dijo que la encomienda permitirá garantizar una visita segura, vigilar los posibles derrumbes y realizar tareas de mantenimiento básicas. Y es que el convenio reconoce que no dispone de medios en el territorio para realizar determinadas labores, por lo que  deja en manos del ayuntamiento cuestiones como la señalización de aquellas zonas a las que no podrá accederse por riesgos para los visitantes; el control visual del estado de las edificaciones; o la limpieza y desbroce. A cambio, no necesitará permiso para cada actividad sino que podrá presentar un plan anual y obtener una autorización global.

"Seremos los ojos del Ministerio de Cultura en el territorio", declaró el alcalde. "Hay una labor muy importante de mantenimiento, conservación y vigilancia que desde Madrid es complicado hacer. Pero nosotros, que estamos aquí y somos los primeros interesados en que se conozca el castillo, podemos hacer esta función", añadió.

Un castillo más seguro

La cesión de la gestión ha coincidido con la redacción de un proyecto presupuestado en 1,4 millones de euros, que se entregará a principios de 2018 y cuya ejecución dependerá de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. Si todo sale bien, los trabajos comenzarán aproximadamente en un año.

La rehabilitación busca fundamentalmente preservar la seguridad de los visitantes: consolidará elementos en peligro de desprendimiento y limitará el acceso a lugares de riesgo. Ignacio Castillo habló de la importancia de dar un uso a los monumentos porque solo así se conservarán, un objetivo que está en la base de la política de encomiendas.

Paralelamente el ayuntamiento ha definido su plan de prioridades: mejorar la carretera de acceso, habilitar un aparcamiento, disponer de suministro de luz y agua y mejorar la vigilancia para prevenir actos vandálicos. Está convencido de que la nueva etapa va a suponer un impulso, ya que en los dos últimos años ya se ha notado un incremento de visitas coincidiendo con la organización de actividades. "Cualquier día de la semana es un continuo ir y venir de gente", aseguró el alcalde, lo que se puede multiplicar con visitas guiadas e incluso permitiendo que otras entidades utilicen el espacio.

Pero para atraer gente se necesitan unas infraestructuras mínimas dentro y fuera de la fortaleza. El referente es el castillo de Loarre. Según recordó Javier Belenguer, hace 30 años no contaba con esos servicios y actualmente es uno de los monumentos más visitados de Aragón.

En Aragón hay otras encomiendas de gestión. Se negocia una fórmula similar en el castillo de Valderrobres, y ya existe en la torre de Biel. "Varios ayuntamientos han mostrado interés y estoy seguro de que a partir de hoy lo redoblarán", declaró Ignacio Castillo.

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