El menor fallecido por malaria había viajado a Gambia sin tomar el tratamiento preventivo

Salud Pública confirma que el chico, de 14 años, no pasó por la Unidad de Atención a Viajeros. Este año ya se han notificado 35 casos en Aragón, el mismo número que en 2016.

Amigos y compañeros de Musha, en el tanatorio de Tamarite
Amigos y compañeros de Musha, en el tanatorio de Tamarite
Rafael Gobantes

Musha, el chico de 14 años de Tamarite de Litera que falleció el lunes de malaria, viajó a Gambia sin tomar el tratamiento preventivo para combatir la enfermedad. Este extremo, adelantado el martes por fuentes cercanas a la familia, fue confirmado ayer por la Dirección General de Salud Pública, a la que "no le consta" que pasara por la Unidad de Información y Atención a Viajeros Internacionales (existen en las tres provincias) ni que tomara medidas de quimioprofilaxis a través de los servicios de atención primaria.

Salud Pública reiteró ayer la importancia de adoptar medidas preventivas, si se va a países donde la malaria o paludismo es endémica, como Gambia, de donde procede la familia del menor. "Es importante tomar medicación, una quimiprofilaxis, antes, mientras dura el viaje y posteriormente. Es lo que habitualmente se hace cuando el usuario acude a las consultas de viajes internacionales o a las de atención primaria para comunicar que va a ir a una zona de riesgo", señaló el jefe del servicio de Prevención de la Enfermedad y Promoción de la Salud, Luis Gascón, quien subrayó este mensaje en el caso de los colectivos de inmigrantes.

El hecho de que Musha no tomara medicación no es excepcional. El 90% de los enfermos de malaria registrados en Aragón no la solicitaron o se la administraron de forma incompleta.

Musha murió el lunes en la Unidad de Cuidados Intensivos pediátrica del hospital Miguel Servet de un fallo multiorgánico por malaria cerebral. Había estado dos semanas en Gambia. Regresó el 24 de septiembre y el sábado, 7 de octubre, al encontrarse mal (tenía mucha fiebre), acudió al centro de salud, que lo derivó al hospital de Barbastro y luego a Zaragoza. El periodo de incubación es de 10 o 15 días.

La enfermedad, pocas veces resulta fatal. En el 2015 hubo 26 notificaciones en la Comunidad Autónoma y el año pasado, 35, las mismas que en lo que va de 2017. Según la Dirección General de Salud Pública, son cifras normales dentro de la media de la última década, en la que la fluctuación tiene que ver con la cantidad de viajes realizados o la toma o no de antipalúdicos. "La mayoría de los casos se agrupan hasta final del verano, que es cuando los viajes son más frecuentes. A estas alturas del año el número decrece de forma notable", precisó el jefe de servicio de Prevención de la Enfermedad y Promoción de la Salud. Todos son importados, solo se dio uno en 2010 contraído por una persona en el país.

Nueve casos en Huesca

De los 35 del año pasado, 25 se notificaron en Zaragoza, 9 en Huesca y uno en Teruel. La mortalidad es muy baja, dependiendo del tipo de parásito y de si el tratamiento es o no precoz, pero en 2016 murieron dos pacientes: un zaragozano de 51 años que había viajado a Guinea por motivos laborales y una persona que estaba de paso por Aragón y fue hospitalizada en Teruel.

"No es frecuente que haya fallecimientos. El paludismo es una enfermedad grave, que sin medicación puede resultar fatal, pero tratada a tiempo no genera más problemas. Otra cosa es que haya tipos de paludismo con resistencia, que sean más complicados de tratar", afirmó Luis Gascón, quien señaló que la mayor parte son inmigrantes que vuelven a sus países. La franja de edad mayoritaria corresponde a los de 15 a 39 años.

No existe vacuna contra la malaria, pero sí medicamentos indicados para la prevención. El tratamiento suele empezar una semana antes, seguir los días de estancia en el país y prolongarse otros siete días al regreso. Una caja de 14 comprimidos cuesta 26 euros, que con receta médica se puede reducir a 2, indicaron ayer en un establecimiento farmacéutico.

El 55% de las personas que acuden a las consultas específicas de viajes internacionales tienen como destino zonas endémicas que requieren pautas de medicación antipalúdica. En concreto, en 2016, de las 7.980 registradas en Aragón, a 4.800 se les prescribió tratamiento farmacológico de este tipo. En la provincia de Huesca fueron 1.496 y 855, respectivamente.

Además de la medicación, se ofrecen una serie de consejos que tienen que ver con la protección contra el mosquito: el uso de repelentes, mosquiteras o ropas que cubran brazos y piernas y un cuidado especial al anochecer, amanecer o atardecer.

Llamamiento a los inmigrantes

Luis Gascón reconoció que las personas inmigrantes que vuelven a algunos de estos países pueden tener una falsa sensación de seguridad, por lo que no acuden a las consultas de viajeros, donde hay mayor afluencia de quienes van por viajes de ocio. "Nosotros sí que insistimos en la necesidad de que tengan en cuenta que el paludismo puede ser una enfermedad grave y que se puede evitar con este tipo de medidas", explicó. Aclaró que quienes viven allí pueden adquirir cierto tipo de inmunidad con los años, y que con mayor frecuencia se da en la etapa infantil.

El jefe del servicio de Prevención abogó por que las asociaciones de inmigrantes se impliquen en la extensión de la información, "en la necesidad de protegerse", una iniciativa que ahora va a adoptar el Ayuntamiento de Tamarite para que el caso de Musha no se repita.

«Esta muerte se podría haber evitado», comenta el alcalde de Tamarite de Litera, Francisco Mateo, quien se reunió con el padre del menor fallecido y con dirigentes de la comunidad de inmigrantes del municipio para intentar que casos como el de Musha no se repitan.

«Vamos a intentar coordinar con el centro de salud alguna charla, para poner en valor la adopción de medidas preventivas antes de viajar a países de riesgo. Incluso me dijeron los médicos que las medicinas antes eran más caras pero que ahora han sacado unos genéricos más baratos», explica Mateo, que estos días ha estado al lado de la familia para ofrecer la colaboración del Ayuntamiento.

Tamarite de Litera tiene una importante población extranjera. Según el alcalde, «suelen mandar a sus hijos en verano a los países de origen y sería conveniente que tomaran medidas. Algunos sí lo hacen, me lo han comentado estos días».

Hoy se celebrará una ceremonia en la localidad para despedir al chico. Se prevé multitudinaria, ya que se espera, entre otros, a representantes de colectivos de inmigrantes de distintas localidades. Por eso se había pensado en que tuviera lugar en el pabellón de deportes, pero como está en obras finalmente se desarrollará en la explanada exterior. Posteriormente, los restos mortales del menor serán repatriados a Gambia, país de origen de la familia. Su padre tiene previsto viajar antes allí para recibirlos en el aeropuerto.

El cuerpo permanecía ayer en el tanatorio, al que se acercaron amigos, compañeros del colegio de Primaria donde estudió y del instituto La Litera, donde ahora estaba matriculado, así como profesores y padres.

Musha era un chico plenamente integrado en la vida social de Tamarite, donde nació hace 14 años. Cursaba 3º de la ESO y pertenecía a una peña. Ayer, sus amigos y compañeros se acercaron al tanatorio para darle el último adiós, un momento cargado de emociones, sobre todo cuando entregaron al padre la camiseta de la peña con su nombre. No estuvo en el pueblo en las fiestas patronales porque coincidieron con el viaje a Gambia.

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