Trescientas personas en la marea blanca de Huesca

Unas 300 personas han respondido en Huesca al llamamiento surgido para pedir un acercamiento de posturas en el conflicto con Cataluña. La práctica totalidad de los asistentes han vestido camisetas blancas y algunos han alzado carteles reclamando “diálogo”. Ha sido a partir de las 12.00. Hasta la plaza del Ayuntamiento se acercó, por ejemplo, Javier Moreno, presidente de la Federación de Barrios de la capital oscense, quien ha aclarado que su presencia era a título particular. “Debe predominar el diálogo y el hablar antes que la fuerza. Estoy desencantado con los políticos”, ha declarado, lamentando que se lleve a los ciudadanos a tomar posturas enfrentadas. “Están crispando el ambiente y dividiendo a la sociedad, y eso no es conveniente para nadie”.

Moncho García, otro de los asistentes, ha manifestado su preocupación “por la deriva que esta tomando esta situación”. “Soy padre, tengo dos hijos y me preocupa qué país les voy a dejar. En vez de quedarme en casa con mi propia angustia he decidido dar un paso. Hay que hablar y buscar una solución. No tiene sentido tomar decisiones que excluyan a una mitad”. Ha pedido a los políticos que busquen soluciones. Su hija, Alodia, de 12 años, le ha acompañado. “Me han educado en que la violencia nunca es la solución”, ha afirmado. Por su parte, Noelia García ha comentado que se ha llegado a una situación en la que “la única solución es que hablen los gobiernos para que la gente no se enfrente más, tenga la ideología que tenga”, porque hay un ambiente de “tensión insostenible”.

Frente al ayuntamiento se exhibieron banderas blancas y se leyó un manifiesto que apoya “el diálogo fraterno y la convivencia democrática”. Hubo alguna discusión, que no fue a mayores, con 3 o 4 personas que se acercaron a la plaza con banderas españolas y que, pese a que se les informó de que la convocatoria tenía otro sentido, decidieron permanecer allí. Agentes de la Policía Nacional y de la Policía Local vigilaban la concentración. Curiosamente, los asistentes a esta marea blanca han coincidido con los invitados de dos bodas en la plaza, una en el ayuntamiento y otra en la catedral.

En otras ciudades de la provincia también hubo concentraciones. Entre ellas, Fraga, vecina a Cataluña y que está a punto de iniciar las fiestas patronales. Allí los concentrados portaron globos de color blanco.