Pinchazo de ventas en las ferias y en los nuevos chiringuitos

Las ferias se despidieron ayer con la tradicional jornada de precios populares, de gran afluencia.
Las ferias se despidieron ayer con la tradicional jornada de precios populares, de gran afluencia.
R. Gobantes

La mayoría de colectivos implicados en las fiestas de San Lorenzo han hecho un balance positivo de la semana laurentina, pero la alegría no ha sido total ni mucho menos. Los feriantes y los vendedores de los populares chiringuitos han asegurado haber sufrido descensos de ventas de hasta el 50%. Y en ambos casos ha influido la nueva ubicación de estos puestos ambulantes, trasladados de Ramón y Cajal a la avenida de Monegros.

"Este año hemos salido en números negativos por el mal tiempo, ya que el frío de los primeros días se notó mucho, y además han cambiado la puerta del recinto de peñas y eso nos ha restado mucha afluencia", critica Jorge Heras, portavoz del comité de feriantes, quien se queja especialmente de la disposición del recinto de los conciertos. "Antes entraban y salían directamente a las ferias, pero esta vez lo hacían por una calle lateral", dice.

Heras también cree que la nueva ubicación de los chiringuitos les ha restado afluencia "porque han hecho una barrera con las paradas y el que paseaba por dentro tenía que ir hasta la rotonda de la calle Teruel o hasta la de la carretera de Sariñena para poder llegar a las ferias ya que en medio no había ningún acceso directo".

Tal es el malestar del colectivo de feriantes que tienen previsto presentar un escrito ante el Ayuntamiento para "subsanar" estos problemas en 2018. "Lo de las paradas al fin y al cabo es fácil de arreglar, pero lo que nos ha perjudicado mucho es la puerta de entrada del recinto de peñas porque no es lo mismo salir directo a las ferias que hacerlo por un lateral", insistió el portavoz de los feriantes. Las más perjudicadas han sido las atracciones que suelen trabajar más de noche con un público joven. "Porque además, si tienen conciertos gratis en Ramón y Cajal y de pago en el recinto de peñas, la mayoría se queda allá, es lógico", afirmó.

Las ferias se despidieron ayer con la ya tradicional jornada de precios populares, que tuvo una gran afluencia. Las 59 atracciones, casetas y puestos de alimentación partirán ahora a otras fiestas como Tarazona (Zaragoza), Igualada (Barcelona) o San Sebastián de los Reyes (Madrid).

La nueva ubicación de la avenida de los Monegros también ha generado un rechazo casi unánime entre los vendedores de los 86 chiringuitos que había entre puestos entre alimentación (8); textil y calzado (6); productos de plata, cosmética, minerales e inciensos (15); cuadros, juegos, música y fotografía (9), y marroquinería y bisutería (48).

La gran mayoría coincide en que el nuevo emplazamiento está situado en la periferia de la ciudad, lo que ha disminuido considerablemente sus ventas. Por ello, reclaman volver a su antigua ubicación en el paseo Ramón y Cajal, donde habían sido trasladado en 2011 desde la calle del Parque y donde este año han sido sustituidos por uno de los escenario de conciertos de peñas.

Laura Vega, comerciante de un puesto de ropa y accesorios, denuncia que el Ayuntamiento de Huesca les comunicó el cambio de ubicación una vez que ya habían pagado su plaza, unos 450 euros aproximadamente. "A los días de ingresar el dinero nos avisaron de que este año estaríamos situados en el recinto ferial y varios de nosotros pedimos que se nos devolviese, pero no fue posible", afirmó.

Algunos se fueron días antes

También Rafael Vega, vendedor en un puesto de camisetas durante más de diez años, se queja de que "la posición de este año es mucho peor que las anteriores". "Nunca hemos pasado por esto, y, personalmente, apenas he podido cubrir gastos. Es el primer año que, a falta de dos días de terminar las fiestas, veo cómo varios compañeros míos han recogido sus puestos para irse a otras ciudades porque no tenían condiciones para trabajar", criticó.

Explicaron que desde el Consistorio oscense defendieron este nuevo emplazamiento argumentando que la cercanía a las ferias sería un aliciente para motivar a los compradores a acercarse. Sin embargo, Chayak, también vendedor, asegura que ha ocurrido "totalmente lo contrario". "Puede que la intención del Ayuntamiento haya sido buena, pero la gente que viene a las ferias suelen ser jóvenes que no suelen comprar en nuestros puestos". "Nuestros principales clientes son las familias, que tienen más recursos económicos y los turistas, que prefieren visitar el centro de la ciudad antes que venir a la periferia", coincidió Laura Vega.

"Si al año que viene vuelven a ofrecernos este sitio prefiero no venir", adelantó Rafael Vega, una opinión que comparten muchos de sus compañeros. "Habrá gente nueva que sí se arriesgará y el Ayuntamiento tendrá esos ingresos, pero creo que la ciudad de Huesca perderá su atractivo en fiestas si solo se centran en las ferias y cada vez hay menos chiringuitos", opinó Chayak.

Laura Vega recalcó que "los vendedores no queremos abandonar Huesca". "Hasta ahora hemos estado muy contentos aquí y se nos ha tratado muy bien. Simplemente pedimos unas condiciones mejores y que nos reubiquen porque este es nuestro trabajo y arrastramos a nuestra familia, hijos, hipotecas... Y no por trabajar en la calle tenemos que coger siempre lo que sobre", dijo. Y destacó que por la experiencia de otras fiestas "tienen que crear un circuito para que la gente se vea obligada a pasar, luego ya depende de tu suerte".

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