Fran Rivera dice adiós

El hijo de Paquirri se fue de Huesca sin ningún gesto de cariño hacia esta tierra.

El adiós de Paquirri se repitió en cuatro ocasiones. Con una era suficiente.
Fran Rivera dice adiós
Rafael Gobantes

Paquirri, padre, era muy querido en Aragón. Decía que "sus gentes son exigentes con el torero, pero le entregan siempre su corazón". Su hijo, otrora figura indiscutible del toreo, se despidió ayer sin derramar una lágrima, sin un agradecimiento a esta tierra y sin llevarse el tradicional puñado de arena del coso donde volvió a nacer, hace dos años, tras una brutal cornada, que por fortuna, fue curada por un equipo médico extraordinario.

Ejerció a la perfección la dirección de lidia. Recibió los brindis emotivos de sus dos ‘discípulos’, que tuvieron la fortuna de alternar con él. Rivera puede irse tranquilo de sus paseíllos por Aragón. Huesca ha sido su adiós. Ni Teruel lo vio ni Zaragoza lo verá. Ayer solo faltó El Tato, su apoderado.

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