Una científica oscense, tras la pista de la vida en los océanos

Laia Alegret ha sido seleccionada con otros 29 expertos internacionales para una expedición por el Pacífico.

Una científica oscense, tras la pista de la vida en los océanos 
Una científica oscense, tras la pista de la vida en los océanos
R.C.

Un trabajo de 12 horas diarias durante los siete días de la semana, con el fin de que todas las muestras extraídas sean analizadas al detalle, es la tarea que espera a los 29 científicos de todo el mundo que durante dos meses participarán en la Expedición 371. Este proyecto científico tiene como fin reconstruir la historia de los océanos estudiando los fósiles marinos, y entre el grupo de profesionales que la componen estará la oscense Laia Alegret, micropaleontóloga y profesora perteneciente al Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Zaragoza y miembro del Instituto de Investigación de Ciencias Naturales.

Townsville, al noreste de Australia, fue el punto de partida de la expedición, el pasado 22 de julio, a bordo del buque Joides Resolution. Durante dos meses, recorrerán distintos puntos del Pacífico Sudoccidental, en el mar de Coral y mar de Tasmania, situados entre Australia y Nueva Zelanda, realizando perforaciones y tomando muestras, que tras su estudio, permitirán entender mejor procesos y cuestiones relativas a la evolución de la Tierra y su respuesta a cambios climáticos.

La contribución económica que realiza España a esta expedición no justifica la presencia de un científico nacional por año en estas iniciativas, pero la gran experiencia en el estudio de fósiles microscópicos que atesora Laia Alegret, le ha permitido forma parte del equipo seleccionado. “Es un honor pero también una gran responsabilidad, porque mi participación no está justificada por la aportación económica de España al programa, como puede ocurrir con otros países como Estados Unidos o Japón, sino porque se espera que mi trabajo contribuya de manera significativa a los objetivos científicos dela expedición”, destacaba la oscense antes de partir.

En su caso, su labor se centrará en el estudio de los distintos grupos que formaban el plancton marino del pasado, así como organismos unicelulares de los fondos oceánicos. De esta manera, explica, se podría conocer la edad de los sedimentos marinos, y con ello el tipo de ambiente que representan, la temperatura de las aguas del pasado, la salinidad, la productividad marina o conocer la evolución de los sistemas marinos a lo largo del tiempo estudiado. “La participación en este tipo de campañas internacionales revierte sobre la ciencia en España, porque permite tener acceso a muestras únicas, cooperar con grupos internacionales y participar en numerosas publicaciones de alto nivel. Ojalá la administración decida apoyar un poco más a los científicos españoles para que puedan participar en este tipo acciones”, añadía  Laia Alegret.

El buque que desplaza a la expedición, el Joides Resolution, se construyó en el año 1978 para dedicarlo a la exploración petrolífera, pero en 1985 se reconvirtió a la tarea científica, para lo que se dotó de completos laboratorios destinados al estudio de los fondos oceánicos a través de sondeos. Entre las aplicaciones a los resultados que se obtengan en la exploración que se está llevando a cabo actualmente se incluye la de predecir las posibles consecuencias que tendría el calentamiento global, en base a las que causó el uno similar hace 55 millones de años. Además de la evolución de los ecosistemas durante el enfriamiento que condujo a al aparición de capas de hielo permanentes hace 37 millones de años.

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