¿En qué consiste el trabajo de un notario?

Cinco estudiantes pudieron compartir el día con varios profesionales para conocer de primera mano la profesión.

Cinco alumnos del IES Ramón y Cajal, con la notaria en la notaría Isabel Rufas en Huesca.
¿En qué consiste el trabajo de un notario?
Rosa Calvo

“Más entretenido de lo que puede parecer”, fue la respuesta común que dieron los cinco estudiantes que este lunes pudieron compartir una jornada de trabajo en la notaría de Isabel Rufas de Huesca. Porque poca gente conoce de primera mano en qué consiste la tarea de estos profesionales, que en muchas ocasiones se asocia a herencias y los préstamos hipotecarios, olvidando un sinfín de cometidos más, como explica la propia Rufas.

Con ese objetivo, el de acercar un poco más su trabajo diario, así como presentar un posible futuro profesional a los más jóvenes, se creó el programa ‘Notari@ por un día’, que se llevaba a cabo este lunes por primera vez en la capital oscense y en el que se abre las puertas de un despacho notarial a estudiantes preuniversitarios, organizado por el Consejo General del Notariado.

En este caso fueron cinco alumnos del instituto Ramón y Cajal de Huesca los que se incorporaron a una jornada laboral en la notaría, todos de segundo curso de Bachillerato, que una vez completada con éxito la prueba de acceso a la Universidad, han elegido cursar el próximo año la carrera de Derecho. Unos con más vocación con otros, y aunque todavía les quedaban unos años en las aulas, la oposición se presenta siempre como una posible opción cuando ya tengan su título.

“Las oposiciones son duras, porque por ejemplo para notario es una media de ocho años más estudiando, nos han dicho hoy. Pero tienes la seguridad de que tendrás un puesto de trabajo estable una vez que las apruebes”, explicaba Jara Cubas, que todavía duda entre cursar sus estudios en la Universidad de Zaragoza o en Madrid.

“En este momento pensamos más en acabar los cinco años que supone la universidad, pero siempre está bien conocer posibles opciones que tenemos a nuestro alcance”, le secundaba Íñigo Ollero, que iniciará en septiembre el doble grado de ADE y Derecho. En su caso, deberá hacer frente a una nota de corte superior al 11 –sobre 14-, mientras que para los que cursen únicamente el grado de Derecho, el pasado curso se fijó en torno al 7’5 –sobre 14-, la marca de acceso en la Universidad de Zaragoza.

Además, durante su visita pudieron conversar con una joven abogada que acudía a la notaría a entregar unos documentos, y que les habló también de su experiencia tras tres años ejerciendo en un despacho después de salir de la universidad. Con todos estos conocimientos, el paso de los jóvenes por la notaría Isabel Rufas les ayudará seguro a disipar las posibles dudas que surjan cuando se vaya acercando el momento de posar para la orla, como ellos mismos aseguraban.

En total, casi cuatro horas compartiendo la tarea con los profesionales, que confesaban ya al final, se les pasó volando, después de haber asistido a un proceso de compra y venta de una finca rústica y a una herencia. “Parece que sea un trabajo de ver papeles y firmar, pero lleva asociadas otras muchas tareas, como por ejemplo, la de acudir al archivo a recopilar documentos”, puntualizaba Ana Giménez.

A su compañera Lucía Cofrades también le llamaba la atención el compromiso de total confidencialidad que tienen estos profesionales. “Además, resulta curioso la gran cantidad de personas que puede trabajar en una notaría al mismo tiempo. No solo los notarios, sino también otros profesionales ligados a la misma tarea”, comentaba Paula Ballarín. En la notaría de Isabel Rufas conviven un total de nueve trabajadores, junto a los dos notarios: la propia Rufas y Dámaso Cruz.

Desde 2015, los notarios también tienen autoridad para casar a las parejas, algo que destacaban los jóvenes como aspectos desconocidos de la tarea que acababan de conocer, y aunque desconocían si era un proceso menos costoso, sí que lo establecían como mucho más rápido que el paso tradicional por los juzgados.

“En los últimos años se ha producido un cambio grande en el concepto de familia. Se dan nuevos modelos y los cónyuges en muchos casos no comparten religión, lo que hace que la boda civil sea un recurso cada vez más utilizado, y eso ha repercutido en nuestra tarea”, les explicaba Isabel Rufas, que también destacaba la función de asesoramiento gratuito que ofrecen en las notarías. “Estamos abiertas en todo momento a las dudas y preguntas de los ciudadanos, algo que poca gente sabe”.

La notaria oscense destacaba la gran educación de los que habían sido sus pupilos por unas horas, “se les ve muy responsables, y a tenor de las preguntas que han realizado les auguro muchos éxitos, porque se les percibe muy maduros y centrados en su tarea”, decía, para hablar de una gran satisfacción sobre el desarrollo de esta primera experiencia con estudiantes tan jóvenes, que esperaba pueda continuar en el futuro.

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