Una niña oscense, segunda en un certamen de flauta travesera en Holanda

María Puig tiene 11 años y es alumna del Conservatorio Profesional de Huesca.

Piezas de Mozart y Telemann fueron las elecciones de María Puig en su participación en el Concurso de Flauta del Festival Internacional de Flauta Travesera de Holanda, y su actuación la convirtió en merecedora del segundo premio junto a participantes de todo el mundo.

Esta niña de 11 años, alumna del Conservatorio Profesional de Huesca, todavía está asimilando el éxito de su primera presencia en un concurso, y más de tanto nivel. “Fue toda una sorpresa, pero estoy muy contenta y feliz de haber vivido esta experiencia”, dice María, que se acordó también de su profesora Eva García, que no pudo acompañarla en el viaje, al que fue junto a su madre, Nagai.

Precisamente fue su profesora Eva García la que le animó a participar en este certamen. “Como para participar en la primera ronda se accedía simplemente grabando un vídeo, sin necesidad de desplazarse, decidimos probar”, explica la docente, a la que no le sorprendió que su joven alumna de 4º curso accediera a la siguiente, ronda ya presencial. “María es todo un ejemplo en su aprendizaje, con mucho afán por mejorar”, apunta García.

La final del concurso ya era presencial, por lo que María y su madre se desplazaron la pasada semana hasta la localidad Ittervoort, en Holanda, en el que era, además, su primer viaje en avión.

Allí, participó junto a otros niños flautistas de edades comprendidas entre los 8 y los 16 años. “Cuando se trata de categorías tan amplías en el espectro de la edad, se valoran más las capacidades y aptitudes musicales, más allá que la mera técnica, ya que en ese sentido, siempre van a hacerlo mejor los de más edad y con más años de estudios”, apunta la profesora.

Por la cantidad y la edad del resto de participantes, María no esperaba que su nombre sonara en el momento de la entrega de premios, poco después de realizar su actuación. Pero se siente satisfecha de ver como su hora diaria de ensayar con la flauta ha dado una recompensa así. “Suelo tocar sobre una hora cada día y descansar los domingos, aunque como me gusta tanto, hay semanas que toco todos los días”, confiesa la joven, que espera poder participar en otros concursos en el futuro.

María Puig lleva cuatro años ligada a este instrumento en el centro oscense. “Había escuchado muchos conciertos y me gustaba mucho. Al principio me costó un poco, pero pronto le pillé el tranquillo”, explica a la hora de justificar su elección de instrumento.

La misma elección que comparte con otros alumnos del conservatorio oscense, con los que integra el aula de flauta travesera, a cargo de Eva García. Una sección del centro que acapara multitud de premios y distinciones, ya que la profesora siempre anima a sus pupilos a que participen en certámenes y concursos, siempre con resultados muy positivos.

“Creo que es muy enriquecedor para ellos poder afrontar un reto así, enfrentarse a otros públicos y conocer a otras músicos, o que las instrucciones se las den otras personas distintas a sus profesores habituales…”, explica con orgullo la docente, que destaca la dedicación de los alumnos, especialmente según van creciendo y el nivel de exigencia en el colegio o instituto va aumentando paralelamente al de las enseñanzas del conservatorio.

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