Asapme Huesca incorpora la tecnología a sus terapias

Desde emparejar calcetines del mismo color a identificar caras con su nombre o ordenar un rompecabezas, la nueva mesa interactiva de la que dispone el centro de la Asociación Oscense Pro Salud Mental (Asapme) en la capital altoaragonesa supone una fuente inagotable de juegos y pruebas para la mente.

Esta nueva herramienta para sus terapias ha sido desarrollada en el Instituto de Investigación de Aragón de la Universidad de Zaragoza, y se cuentan con los dedos de la mano las unidades que hay operativas, con el nombre Mesa Tangible NikVisión. Su principal aplicación es la de desarrollar las capacidades cognitivas de aquellos que la utilizan, con retos que se adaptan a las necesidades de cada uno de los usuarios.

“Hasta hace poco tiempo, la mayor parte de las actividades que llevábamos a cabo utilizaban el papel y el lápiz”, explica Estela Gracia, encargada de las terapias ocupacionales en Asapme Huesca. Ahora las herramientas son la enorme pantalla que forma la base de la mesa, y diferentes fichas de colores y dibujos que interaccionan con ella, mediante un lector de los códigos con los que cuenta cada uno de estos elementos.

“Se trata de una forma mucho más atractiva de llegar al usuario, y que además permite un feedback, es decir, una respuesta inmediata”, añade Gracia. Así, si la elección que se emite por parte del usuario es errónea, el ordenador lo indica automáticamente para que se corrija hasta dar con la acertada.

La percepción, la memoria, el cálculo o el lenguaje son algunos de los aspectos que se trabajan con esta nueva mesa interactiva, dando libertad para ir adaptando el nivel a sus usuarios mediante un programa que la propia terapeuta controla.

“Nosotros tratamos con un espectro muy grande de personas, con necesidades muy diferentes, ya que tenemos desde algunos con problemas de comprensión lectora a otros que han cursado carreras universitarias, por lo que la mesa se presenta como una fuente de posibilidades para adecuar el trabajo a cada uno de ellos”, destaca Gracia, que incluso apunta que puede servir para cualquier adulto, ya que el trabajo de desarrollo cognitivo es positivo para todo el mundo.

Además, permite también ir conduciendo el juego hacia los gustos de aquel que utiliza la mesa, haciendo todavía mayor la estimulación. Las instrucciones se reciben también en formato auditivo, además de visual, y el usuario puede repetirlas todas las veces que precise.

La idea de aplicar esta tecnología al campo de la terapia ocupacional en salud mental surgió a través de las Jornadas de Investigación organizadas por CADIS Huesca hace dos años, ‘Dis-working: Promoción de la Investigación en el campo de la discapacidad’ en las que se dieron charlas y se mantuvieron reuniones de trabajo entre asociaciones y grupos de investigadores del  I3A de la Universidad de Zaragoza. Porque aunque en un primer momento se pensó en esta mesa como un proyecto educativo para los pequeños, pronto se vio que podía tener también aplicación en el campo de la discapacidad, e incluso en el sector geriátrico, para instalarse en residencias y centros de la tercera edad.

De hecho, los investigadores del grupo GIGA AffectiveLab están especializados en tecnologías de interacción punteras y en acercarlas a entornos asistenciales. “Nuestro trabajo es conseguir que la tecnología esté al servicio de todas las personas, incluidas aquellas con necesidades especiales”, comentó Eva Cerezo, directora del grupo de investigación AffectiveLab durante la presentación de esta mesa interactiva, que ha contado también con el apoyo del Ayuntamiento de Huesca y la Fundación Roviralta.