El veterano grupo Ilegales regresa este domingo a Huesca, donde actuó por última vez en 2010, aunque dicen haber tenido siempre la ciudad muy presente porque era lugar de estreno para sus canciones. En este caso presentarán su disco ‘La vida es fuego’, después de cinco años sin sacar un nuevo trabajo al mercado. Saltarán al escenario del recinto de peñas pasada la media noche para demostrar que su rock sigue muy vigente, después de 35 años de directos en los que consiguen unir a varias generaciones, como explica su vocalista, Jorge Martínez.

¿Cómo ha cambiado Ilegales en todo este tiempo sin venir por Huesca?

Hemos pasado por momentos muy duros después de la muerte repentina de Alejandro, que probablemente era el más sano de todos nosotros. Fue complicado, peor la música es una forma de dar salida a los sentimientos, algo que en otras circunstancias sería imposible. Hemos decidido continuar y creo que nos ha sentado muy bien. Hemos ampliado el equipo de gente que viaja con nosotros, hemos podido perder algo de agilidad, pero sí hemos ganado en contundencia. Además, estuvimos separados durante cinco años, porque no teníamos canciones para Ilegales, y no nos parecía honesto vivir de rentas. Dejamos entonces de tocar y fue el año pasado cuando vio la luz ‘La Vida es fuego”, que nos ha hecho ponernos a funcionar.

Y todas estas circunstancias, ¿cómo influyen a su directo?

Creo que somos como más solidos. Además tenemos unas luces mucho más cuidadas, y creo que sí que lo van a notar. Pero vamos a mantener también las canciones de siempre, porque en definitiva lo realmente importante es la música en sí. No hay que olvidarlo nunca, ya que es la esencia.

¿Cambia también el repertorio?

Tenemos un total de 50 canciones preparadas, que consideramos que no es que no hayan envejecido mal, sino que no lo han hecho en absoluto. “Tiempos nuevos, tiempos salvajes” o “Europa ha muerto” siguen estando de total actualidad. Hemos acoplado canciones que hacía 30 años que no se tocaban, y en cambio otras las hemos dejado pospuestas para otro momento.

¿Qué recuerdos guardan del público oscense?

Todavía conservo con cariño dos pañoletas verdes de la peña Alegría Laurentina, de cuando tocábamos en el Jai-Alai. Creo que la primera vez que lo hicimos fue en el año 64, y siempre recuerdo hacer después una ruta de bares, que la gente fuera muy amable y nos ofreciera diferentes tipos de vino para tomar, hasta el punto de que después nos resultara complicado encontrar el hotel.

¿Cambia mucho actuar dentro de un programa festivo a hacerlo en una fecha no señalada?

El público de una fecha normal está como más acostumbrado, suelen ser gente más asidua a las salas de conciertos, con más conocimientos. En programas de fiesta los asistentes son más variopintos, lo que hace que puedan producirse momentos inesperados.

Contarán como teloneros con un grupo de Huesca bastante joven que decía contar con Ilegales entre sus referentes. ¿Cómo asumen ser inspiración para la gente que empieza?

Siempre intentamos facilitar al máximo el trabajo con los equipos de sonido a los grupos teloneros. Es un orgullo que haya generaciones que valoren el trabajo de estos 35 años. Esperamos poder ver una parte de su actuación, porque a veces ves cosas realmente buenas.

¿Cómo contemplan el futuro de Ilegales?

Cuando termine la gira ya pensaremos en el futuro. Yo sí que tengo canciones hechas, casi para otro LP, aunque todavía no sabemos si se van a grabar o no. A partir del fin de gira ya miraremos un poco más allá.