Huesca tiene ganas de ver a los danzantes, ganas de fiesta. Suenan los primeros acordes del dance de las espadas y, aun sin la basílica de San Lorenzo detrás y sin pañoleta, es inevitable el escalofrío. Cientos de oscenses acudieron ayer al patio del colegio Pío XII a ver el ensayo general de la agrupación antes de bailar el día 10 de agosto ante el patrón. Solo se les puede ver esa mañana y la del 11 en la fiesta del Mercado, en la plaza de López Allué. Este año, como excepción, bailarán en la ermita de Loreto por ser la cuna de San Lorenzo. Por esta razón, el ensayo genera mucha expectación. Y aplausos, porque es uno de los actos más emotivos del prelaurentis.

Los danzantes escucharon ayer los primeros vítores de un público fiel, pero es que además todo salió bien. Así lo explicó después el mayoral, Pascual Campo, "ha ido todo perfecto", comentó en referencia a la coordinación no solo del grupo sino también con la banda de Huesca.

Este es el cuatro ensayo que hacen cada año, puesto que quedan en mayo, otra vez en junio y el julio, pero sin los músicos que les acompañan. No obstante, este año no hay ningún miembro nuevo en la agrupación de 27 danzantes, por lo que todos tienen muy interiorizados los cincos dances: las espadas, los palos nuevos, los palos viejos, las cintas y el ‘Degollau’. Además de los 24 que bailan, está el mayoral, el repatán y el que porta el palo de las cintas.