​Refrescante, espumosa y elaborada artesanalmente

?En el Palacio de Congresos de Huesca se ofrecen este fin de semana diferentes tipos de cerveza elaborada en Aragón.

Cervezas artesanas
Cervezas artesanas

Dicen que el origen de la primera bebida fermentada se remonta a un agricultor sumerio que olvidó un pan en un recipiente sin tapar durante una época de lluvia. Tras varios días, regresó y se encontró con un líquido de sorprendente sabor. Seis mil años después y, con la receta más que mejorada, la cerveza se ha convertido en una de las bebidas con más aceptación en todo el mundo, gracias en parte a su bajo contenido en alcohol y su carácter refrescante. Existen tantas variedades como cerveceros en el mundo, como confirma el hecho que en los últimos años haya proliferado una especie de cultura de la cerveza en la que las elaboradas artesanalmente se erigen como elemento casi de culto. “La gente antes venía un poco a probar, ahora llegan los clientes y te piden directamente qué variedades tienes, por ejemplo, de IPA (abreviatura de Indian Pale Ale, uno de los estilos de cerveza artesanal con más éxito)”, explica David Félez, propietario de la cervecería La Artesana, que abrió sus puertas en Huesca en diciembre de 213. “Cuando empezamos, en Aragón habría unos cinco productores, ahora deben rondar los 30”, comenta y cifra en más de 90 las variedades que se ofrecen en su barra, bien en grifo o en botellín.


Una pequeña muestra de ellos se reúnen durante este fin de semana en el Palacio de Congresos de Huesca, en la celebración de la primera Feria de la Cerveza Artesana, que sirvió como acompañamiento a la Feria de Verano organizada por la asociación de comerciantes, con presencia de muchos establecimientos de la ciudad con precios especiales en sus productos. La feria se estrenó este sábado durante toda la jornada y permanecerá abierta también este domingo hasta las 14,00, con servicio de tapas a través de La Cocina de José Fernánez.


“Como ya paso anteriormente con los vinos, ahora la gente se preocupa más por la cerveza que toma”, relataba desde su puesto en la feria oscense Luis Marquillés, que desde hace dos años se encuentra al frente, junto a otro socio, de la cervecería artesanal Seelen, en la localidad de Vencillón, en la comarca de La Litera. Bajo su marca, distinguida con un logotipo que muestra una rosa de los vientos, hay tres variedades: la Red Ale, cerveza roja de sabor dulce, la Bitter, de color marrón y aromas de fruta madura, la Porter, negra y con aroma a chocolate y café, o la estilo Kölsch, de alta fermentación y con notas de cereal.


Para Luis Villacampa, de Mequinenza, la elaboración de cerveza artesanal se mostró como una buena forma de negocio en un momento de desempleo. Supuso el nacimiento de Picarda, hace tres años, junto a su socio José Arroyo. “Habíamos hecho en casa, pero decidimos dar el salto y la verdad es que no nos podemos quejar. Actualmente contamos con ocho tipos de barril y 5 embotellado”, explicaba Villacampa, también presente en la feria celebrada en el Palacio de Congresos de Huesca.


De la localidad de Caspe es originaria la cerveza Populis, que nació hace ya quince años del ingenio de Sergio Ruiz, químico de profesión, que trabajó en Inglaterra en el sector, y lo aplicó a su propia bebida, con la colaboración de su socio David Laguarda. “Es necesaria una gran inversión inicial, pero poco a poco creo que nos vamos haciendo nuestro hueco”, comentaba Laguarta ante una representación de los 15 tipos de cerveza que salen de sus tanques, con nombres tan variados como '8', en alusión a su graduación, o 'Canibal', de trasfondo musical. “La cerveza artesana supone un 3% del consumo total, lo que implica que todavía tenemos mucho margen. Mucha gente se pregunta porque no hay sensación de competencia de unos productores a otros, y la verdad es que representamos un sector tan reducido frente a las grandes productoras cerveceras que no puede existir rivalidad”.


Tampoco quiso perderse la cita oscense Ordio Minero, que se produce en la localidad turolense de Blesa y tiene su principal punto de distribución en un local del mismo nombre en el centro de Zaragoza, donde este tipo de cerveza es la reina, con hasta 12 tiradores. Sergio Redrado se encuentra al frente de su producción desde hace escasos 6 meses y enumeraba a sus visitantes durante la feria de Huesca las grandes diferencias en la producción frente a una en cadena. “Se trata de una bebida sin filtrar y sin pasteurizar, y eso además de notarse en el sabor, también implica un proceso de elaboración que se debe seguir a raja tabla”.


En total, en la primera feria de la cerveza artesana de Huesca se pueden probar hasta 20 tipos diferentes de esta bebida, que oscilan entre una graduación del 4,5% y el 14%, a un precio de dos euros el vaso con tapa.

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