El Ayuntamiento de Huesca rendirá homenaje a los alcaldes y concejales asesinados en 1936
Se ha encargado al escultor Julio Luzán una placa, que se colocará el día 3 de agosto en una ceremonia solemne.
El Ayuntamiento de Huesca ha encargado al escultor Julio Luzán la realización de una placa que recordará a los ediles asesinados en 1936, tras el acuerdo unánime alcanzado por todos los grupos municipales en la pasada Comisión de Relaciones Institucionales del consistorio.
La placa se colocará en el patio del edificio consistorial en una ceremonia solemne que tendrá lugar el próximo 3 de agosto y a la que se invitará a las diferentes administraciones públicas e instituciones aragonesas, así como a otros colectivos sociales y a los familiares de los ediles homenajeados.
Previamente, en la sesión plenaria que se celebrará ese mismo día, se aprobará una declaración institucional que destacará "el compromiso político y ciudadano de todos ellos, lo que les llevó a perder su vida por permanecer leales al régimen constitucional vigente, el de la II República, frente a quienes se sublevaron contra el mismo y se impusieron por la fuerza de las armas, dando paso a un régimen dictatorial que impidió a miles de españoles llevar una vida digna y libre de miedo".
En esa misma declaración se condena "la utilización de la violencia con el fin de subvertir la convivencia democrática y pacífica de la ciudadanía" y se afirma el compromiso municipal por "construir una sociedad democrática sobre la base del respeto a la pluralidad y el diálogo y la promoción de los Derechos Humanos".
Con este acto se pretende que la ciudad de Huesca reconozca y recuerde, "en el marco actual de convivencia y solidaridad, a todos aquellos que perdieron su vida en aquellas trágicas circunstancias, queriendo superar así un capítulo aciago de nuestra historia", de tal manera que no sea posible que se produzca de nuevo una situación igual.
La placa se erige así en símbolo de concordia, ha subrayado el ayuntamiento. Recordará de esta forma a los alcaldes Mariano V. Carderera Riva y Manuel R. Sender Garcés y a los concejales Martín Aínsa Pinal, Clemente L. Asún Berges, Lorenzo H. Bescós Santalucía, Adrián Bonet Ulled y Mariano Santamaría Cabrero, todos ellos asesinados durante la Guerra Civil (1936-1939) por permanecer leales a la II República y a sus valores democráticos.
