La Policía busca pruebas en el coche de los asaltantes de la armería

Los delincuentes huyeron en un coche robado, que abandonaron y ha sido localizado cerca de Cansasnos.

Los asaltantes dejaron abandonado su vehículo -el coche rojo- en un paraje cerca de Candasnos.
Los asaltantes dejaron abandonado su vehículo -el coche rojo- en un paraje cerca de Candasnos.
Patricia Puértolas

Especialistas de la policía científica buscarán indicios de los dos autores del asalto a una armería de Huesca en el coche que emplearon para darse a la fuga tras herir de bala al propietario del establecimiento.


El vehículo, un Fiat Punto de color rojo, fue localizado este martes por agentes de la Guardia Civil en un descampado situado junto a la carretera A-1234 a su paso por la localidad de Candasnos (Huesca) y a escasa distancia de la N-II, por lo que no se descarta que los asaltantes huyeran en dirección Barcelona.


El asalto a la armería Guara se produjo en torno a las 20.30 horas del lunes, cuando el dueño del comercio, Rubén Cáncer Falceto, de 34 años, se encontraba a punto de cerrar el establecimiento, ubicado en el número 20 de la avenida Monegros de la capital altoaragonesa.


Al parecer, el propietario de la armería vio a dos encapuchados a las puertas del comercio y salió a la calle para enfrentarse con ellos, momento en el que se produjo el tiroteo, del que se han recogido al menos cinco casquillos.


Uno de los disparos efectuados por el asaltante que se encontraba próximo a la puerta, tras un árbol, atravesó las dos piernas del propietario del establecimiento, que fue trasladado posteriormente al Hospital San Jorge de Huesca para ser atendido de las heridas sufridas.


Durante el desarrollo de la investigación en el lugar de los hechos, los agentes policiales conocieron que el coche empleado en la fuga, cuya matrícula había sido anotada por un testigo presencial, había sido robado previamente a una mujer en el barrio de Miraflores de Zaragoza.


La mujer fue secuestrada y trasladada bajo amenazas hasta el polígono industrial de la Cartuja, donde fue abandonada maniatada por los asaltantes antes de continuar camino hacia Huesca.


Posteriormente, la mujer pudo aportar a los investigadores datos referidos al acento y el aspecto y complexión de los autores de su secuestro.


Tras el asalto a la armería, los delincuentes iniciaron una rápida huida por carreteras no nacionales para tratar de esquivar los dispositivos de localización activados por la Guardia Civil.


Las fuentes citadas aseguran que los responsables de la investigación no descartan ninguna hipótesis de trabajo, incluso la de que el asalto no estuviera motivado por el robo.

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