Griébal convertirá su iglesia en un local social

El antiguo despoblado de Griébal arranca el nuevo año con la ilusión de acometer un ambicioso proyecto. Tras casi 28 años reconstruyendo poco a poco cada borda y cada casa de la zona a base de jóvenes voluntarios, la Fundación Scout Griébal ha conseguido que el Inaem subvencione un taller de empleo en el pueblo y podrá afrontar, por fin, la rehabilitación y consolidación del edificio más característico de este enclave pirenaico: su iglesia.

Griébal, como tantos otros pueblos de la zona, fue abandonado como consecuencia de la fiebre de los pantanos que asoló el pirineo aragonés durante la dictadura. El pantano de Mediano inundó sus mejores tierras y el núcleo fue expropiado por completo. Tres décadas después, en 1990, la Confederación Hidrográfica del Ebro cedió a la asociación Scouts de Aragón el uso del pueblo y sus alrededores. Los scouts asumieron entonces su rehabilitación y la transformación paulatina en un punto de acampadas juveniles dotado con todos los servicios necesarios.

Desde entonces, han pasado por allí miles de jóvenes que han ayudado a reconstruir de forma voluntaria algunos de sus edificios. La casa Sánchez, por ejemplo, se ha convertido en el edificio principal del complejo y es el único equipado con dormitorios, zona de estar y baños propios. Además, poco a poco, se han ido transformando sus bordas en baños, duchas y cocinas independientes al servicio de los distintos grupos de campistas que se instalan en el pueblo cada verano.

Hasta ahora, la iglesia de San Vicente se utilizaba solo como almacén. Aunque el edificio sigue en pie, los muros están agrietados y no se puede garantizar la seguridad de la cubierta. Por eso, el taller de empleo será un paso fundamental. Desde febrero, diez parados de las comarcas del Alto Gállego y el Sobrarbe se formarán durante un año en albañilería, rehabilitación de edificios y energías renovables y sus prácticas consistirán en la consolidación de la iglesia. Un vez terminada, se transformará en un local social en el que los campistas podrán realizar actividades e incluso pernocatar en caso de emergencia.

"Es un paso importante porque ya no estamos hablando de chavales voluntarios sino de mayores de 25 años que tendrán un sueldo y dedicarán a ello su jornada. Será mucho más rápido y más profesional", celebra Marcos Rupérez, director de la Fundación Scout Griébal.

Promocionar el pueblo como centro de acampadas

Hace un par de años que se creó esa fundación, un ente específico destinado a gestionar el antiguo despoblado y a impulsar su uso como centro de acampadas a nivel nacional e internacional. "Griébal ya recibe casi 12.000 pernoctas cada verano y acoge a unos 1.700 chavales que vienen de acampada, 500 de ellos de fuera de España". Además, la reciente fundación busca también captar la atención de empresas y entidades que colaboren como patrocinadoras o que estén interesadas en desarrollar en sus instalaciones campamentos para los hijos de sus empleados o jornadas de 'team building' para su personal. De momento, han logrado que Eboca instale de forma altruista sus máquinas de vending en el complejo y ahora querrían conseguir la colaboración de empresas relacionadas con la construcción, la alimentación o la energía.

La selección de los diez alumnos que participarán en el taller de empleo se llevará a cabo el próximo 24 de enero en Aínsa. Los vecinos de la zona en paro que estén interesados en formarse en albañilería deben ponerse en contacto con el Inaem o directamente con la Fundación Scout Griébal a través del correo electrónico director@griebal.org.