El Seprona atribuye el incendio de Ordesa a un vecino que quería vengarse por una multa

La Guardia Civil investiga también a una empresa de mantenimiento de una línea eléctrica por el fuego de Secastilla y detiene a un joven por el de Barbastro.

Recogida de muestras en el lugar donde se inició el incendio de Nerín.
Recogida de muestras en el lugar donde se inició el incendio de Nerín.
Guardia Civil

La Guardia Civil ha conseguido arrojar luz sobre el origen de los tres últimos incendios forestales del verano en la provincia de Huesca, ocurridos el 22 de agosto en Nerín, a las puertas del Parque Nacional de Ordesa, y el 11 de septiembre en Secastilla y Barbastro. En relación con el primero hay un vecino de la zona investigado, del que se sospecha que actuó para vengarse de la administración, que le impuso una sanción por la quema de unos restos de poda.

En el caso de Secastilla se estudia la responsabilidad de la empresa de mantenimiento de la línea de alta tensión donde se originó el fuego. Las diligencias del de Barbastro han concluido con la detención de un joven, supuestamente el conductor del vehículo que huyó precipitadamente del lugar junto a otras tres personas, que figuran como investigadas.

El trabajo llevado a cabo por el Seprona en Nerín, en colaboración con los Agentes de Protección de la Naturaleza del Gobierno de Aragón, permitió concretar el punto exacto de inicio del fuego, donde se recogieron muestras de tierras y de restos que están siendo todavía analizados por el Instituto Nacional de Toxicología.

Los indicios obtenidos y la coincidencia en tiempo (20 días antes) y lugar con otro incendio hacían sospechar sobre su intencionalidad, tal y como manifestaron los vecinos desde el primer momento. Ambos se iniciaron además a última hora, cuando los medios aéreos ya no podían actuar por falta de luz y debían esperar a la salida del sol. Se trata de una zona escarpada, prácticamente inaccesible para los efectivos terrestres, y pegada al Parque de Ordesa, lo que estuvo a punto de provocar una catástrofe natural que solo el amplio despliegue del operativo de extinción consiguió frenar.

Demasiadas coincidencias

"Había una coincidencia en el modus operandi, en el espacio y en el tiempo", manifestó ayer el capitán jefe del Seprona de Huesca, Arturo Notivoli. La Guardia Civil no ha revelado la identidad del sospechoso, pero sí ha confirmado que es un vecino de la zona. Se le investiga como presunto autor de un delito de incendio forestal y está pendiente de ser citado por el juez. No ha querido declarar en su comparecencia ante la Guardia Civil.

Respecto al móvil, la hipótesis principal apunta a una venganza contra la administración, comentaron fuentes de la investigación, después de que el sospechoso fuera sancionado por cometer una infracción en materia de incendios relacionada con la quema de restos de poda. Incluso llegó a pagar la multa.

El incendio de Nerín finalmente no causó grandes daños ambientales. Arrasó 80 hectáreas de matorral, sobre todo erizón. Pero el autor, además del castigo penal, también sería responsable civil y debería afrontar el elevado coste de la extinción, en la que participaron 11 medios aéreos.

Una plantación de marihuana

El Seprona también da por aclarado el fuego que se declaró el 11 de septiembre en las proximidades de Barbastro. Calcinó 12 hectáreas de cereal y arbolado y dos depósitos de antiguos neumáticos, cortó al tráfico la carretera N-240 e incluso paralizó los servicios del hospital comarcal debido al humo. Los testigos vieron huir a un coche a toda velocidad de la zona de origen del incendio, a cuyo conductor se ha podido finalmente identificar.

Por estos hechos se detuvo a una persona, a la que se acusa de un delito de provocación de incendio forestal con el agravante de afección a los servicios públicos esenciales, en referencia al corte de la carretera, el anormal funcionamiento del hospital y el riesgo para la población por la proximidad del fuego y el humo. También se identificó a los tres acompañantes del conductor, a los que se les imputa el mismo delito. Tienen entre 22 y 30 años y son vecinos de la comarca del Somontano.

La detención se produjo por el posible riesgo de fuga. El día anterior, el conductor fue arrestado por un robo y se temió que no se presentara. La cercanía de una plantación de marihuana al punto de inicio del fuego hace pensar que los jóvenes podían estar fumando y queda por determinar si se trató de una acción vandálica o de una negligencia por una colilla mal apagada.

Ese mismo día hubo otro incendio entre las localidades de Secastilla y Graus. En este caso, el origen se situó en una línea eléctrica de alta tensión. El Seprona descartó que fuera a causa del choque de un pájaro. Lo que sí observó es "un segmento de cableado que presentaba síntomas de haber sufrido un cortocircuito, y tras retirar el cable se entregó en el laboratorio de criminalística de la Guardia Civil para su análisis".

El Servicio de Protección de la Naturaleza mantiene abierta la investigación sobre la posible responsabilidad de la empresa de distribución eléctrica y la subcontrata que se encarga del mantenimiento. "Tenemos que ver si se ha producido alguna negligencia o imprudencia en la conservación de la línea, en la que se habían estado realizando labores de mantenimiento", señaló el capitán jefe del Seprona.

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