Un encuentro que abre la puerta al despertar de los sentidos

El poeta griego Eurípides citó: "Donde hay vino, hay amor" y vino y amor es, precisamente, lo que se podrá encontrar en el taller ‘El amor, la erótica de pareja y el vino’ organizado por la Asociación de Empresarios de Somontano de Barbastro y que impartirá el sexólogo Santiago Frago con la colaboración de Bodegas Pirineos el próximo 22 de septiembre, viernes, en Barbastro.

Un curso que trata el tema del vino desde un enfoque distinto, relacionando los beneficios de este –en un consumo moderado– con la salud sexual, el placer, el amor y la capacidad de disfrute con la pareja.

Santiago Frago es director médico del Instituto de Sexología Amaltea de Zaragoza y uno de los pioneros e impulsores de la Sexología y Educación Sexual en Aragón y en España. Presentó el mismo taller en diciembre de 2016 en el XIII Congreso Español de Sexología en Madrid y los comerciantes de Barbastro pensaron que era buena idea realizar uno con las mismas características pero en el ámbito de la empresa.

Un enfoque distinto

"Es cierto que hay libros escritos que hablan de salud sexual y vino, pero yo quería ir más allá relacionando el vino con el erotismo, ya que ambos requieren dedicación y comparten el mismo objetivo final: el placer", explica Santiago Frago. Esa conexión es la que aporta el toque de novedad y distinción a este taller que ha tenido que aumentar las plazas –de 25 personas a 50– por su gran recibimiento.

El vino tiene muchos efectos terapeúticos, científicamente comprobados y de sobra conocidos, como por ejemplo que es capaz de activar los sentidos, de calmar la ansiedad o, incluso, de mejorar el flujo sanguíneo. Pero además, de acuerdo con Santiago Frago, también tiene efectos positivos para la salud sexual: "El vino por sí solo no facilita el deseo, pero ayuda a despertar los sentidos, invita al encuentro y ayuda a la expresión facial".

El despertar de los sentidos

El taller consta de un recorrido paralelo entre la cata de un vino y la relación de pareja, una cata sensorial que demuestra que hay placer con los cinco sentidos. "El primer contacto que se tiene con el vino es visual, cuando detectamos su color, al igual que ocurre cuando ves a tu pareja", compara Santiago Frago en relación al momento exacto en el que se inicia el despertar del resto de sentidos. "El olfato y el aroma son fundamentales, si no te atrae, no te inspira. El gusto es esencial tanto en una cata de vinos como con tu pareja, el besarla. El tacto se asocia a la temperatura del vino, que se podría equiparar con la piel. Y, por último, el oído, cuando oyes caer el vino en la copa relacionado con el susurrar de la pareja, con la voz del amante", continúa.

Los asistentes aprenderán que hay un tipo de vino para cada situación: primeras citas, citas especiales, para una aventura, para estar con amigos, para estar solo… Además, podrán disfrutar de un recorrido que va desde Dionisio y Eros hasta nuestros días en el que se trata el maridaje histórico del vino y el amor, para Santiago: "Una de las partes más entretenidas del curso que hace el taller mucho más divertido".

El taller finalizará con una cata sensorial por parte del enólogo de Bodegas Pirineos, Javier Fillat, donde se pondrán en práctica todas reflexiones sobre el vino y el amor explicadas durante el encuentro.