Clases de iniciación en el vuelo a vela en Huesca

El Aeródromo de Santa Cilia y el Aeroclub Nimbus ofrecen esta posibilidad a los interesados.

Instalaciones del aeródromo de Santa Cilia.
Instalaciones del aeródromo de Santa Cilia.
Javier Blasco

El Aeródromo de Santa Cilia -instalaciones del Gobierno de Aragón vinculadas a Turismo de Aragón- y el Aeroclub Nimbus, ambas en Huesca, ofrecen a los jóvenes la posibilidad de aprender a volar en velero y obtener la correspondiente licencia que permite pilotar en solitario aparatos sin motor o planeadores.

Desde solo 16 años, al terminar la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y con la instrucción necesaria, cualquiera puede obtener la licencia específica que le permite realizar esta actividad.

De hecho, en el resto de Europa es una práctica muy extendida, y supone el primer paso para introducirse en la formación necesaria para desarrollar una carrera en el ámbito de la aviación comercial, han informado desde el Aeródromo de Santa Cilia en una nota de prensa.

De esta forma, el mundo del vuelo a vela no se limita a una alternativa lúdica o de ocio, sino que puede suponer la mejor manera de iniciarse profesionalmente en cualquier carrera aeronáutica. "Está documentado que existe una relación probada entre la difusión del vuelo deportivo entre los jóvenes y el nivel de desarrollo aeroespacial potencial de un país, como lo demuestra el hecho de que históricamente, las grandes hazañas aeronáuticas han tenido su punto de partida en vuelos de aficionados", han detallado las citadas fuentes.

Ventajas

Aunque el vuelo a vela es un deporte poco difundido en España y no hay un elevado número de seguidores, en los últimos años se comienza a concebir como algo accesible a todo el mundo, ya no solo desde el punto de vista de su coste económico -que podría ser comparable al esquí-, sino también en cuanto a la capacidad de aprendizaje que requiere.

Entre las ventajas que presenta la práctica del vuelo deportivo entre los jóvenes se encuentra la diversificación de actividades, ya que se trata de un tipo de formación que requiere la máxima concentración y, al igual que los entrenamientos en otras disciplinas como el fútbol, el baloncesto o el esquí al más alto nivel, no deja tiempo para otras actitudes propias de la adolescencia. En este caso, con el valor añadido de tratarse de una actividad que aporta sensaciones únicas por sus propias características.

El Aeródromo de Santa Cilia ofrece la oportunidad de entrar en contacto con el vuelo a vela, desde su ubicación en un lugar privilegiado para su práctica, y con todos los servicios para hacer de este contacto una experiencia única.

En Santa Cilia, se puede obtener la tarjeta de alumno piloto, que permite volar con instructor y en solitario bajo la supervisión del mismo hasta obtener el título y licencia definitivos de planeador. Una vez obtenido éste, se podrá actuar como piloto al mando e incluso, llevar pasajeros. La instrucción comprende conocimientos de derecho aéreo, meteorología, navegación, radiotelefonía y cultura general sobre aeronaves, entre otros.

No es un deporte elitista

Volar a vela está al alcance de todos, es una forma de volar ecológica y sostenible que transmite inigualables sensaciones. Solamente con un remolque inicial de unos pocos minutos, se puede volar durante horas, recorriendo grandes distancias simplemente aprovechando las ascendencias naturales.

"Las tarifas son muy ajustadas y están al alcance de todas las economías, incluso para los más jóvenes, como es el caso, a los que se aplican importantes reducciones para pasar a formar parte del aeroclub como miembros de pleno derecho", han concluido desde el Aeroclub Nimbus

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