Detenidas dos personas en la comarca del Bajo Cinca por retener contra su voluntad a cinco personas, tres mujeres y dos hombres, en una casa en medio del campo, sin luz, sin agua corriente y con las ventanas rotas para que realizasen trabajos en el campo, según informa la Guardia Civil de Huesca.

Los retenidos eran tres mujeres y dos hombres, de nacionalidad rumana, a los cuales se les había ofrecido un trabajo en España y a su llegada se les había retirado la documentación con la escusa de utilizarla para hacerles contratos de trabajo con empresas del sector agrícola.

Según las investigaciones de la Guardia Civil, para justificar su identidad ante los contratistas en el momento de percibir los cheques bancarios por los trabajos realizados, momentáneamente les devolvían sus documentos de identidad para retirar el efectivo en las entidades bancarias. A la salida de las mismas, les reclamaban las oportunas comisiones en concepto de supuestos gastos por alojamiento, transporte y consecución de los trabajos que suponían el 50% del total del dinero percibido, y les volvían a retirar nuevamente sus documentos de identificación.

La Guardia Civil localizó a estas personas retenidas gracias a un aviso que recibió el pasado viernes, en la que una persona informaba de que un familiar suyo se encontraba retenido contra su voluntad en una casa en el campo en la zona del Bajo Cinca.

En ese mismo momento el equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Fraga, el equipo Roca Fraga y el personal del Puesto de la Guardia Civil de Candasnos iniciaron gestiones para localizar a esta persona, sabiendo que se encontraría acompañada de otras cuatro personas más.

Los supuestos autores de los hechos, un hombre de 38 años y una mujer de 30 años, de nacionalidad rumana, mantenían bajo amenazas a los trabajadores confinados en la casa de campo aislada en la comarca del Bajo Cinca, llegando a amenazarlos de muerte al intentar dejar los trabajos para los que habían sido contratados.

Se localizó a los 5 retenidos

A última hora de la tarde del mismo viernes, la Guardia Civil logró, gracias a una aplicación de mensajería móvil, localizar a las tres mujeres en la vivienda aislada en medio del campo. Los guardias civiles les indicaron que a través de esta aplicación podrían enviarles su ubicación y así darían con ellas, todo ello con la complicación de que las víctimas no hablaban español, por lo que los miembros del equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil tuvieron que traducir cada mensaje del castellano al rumano y una vez obtenida la respuesta traducir esta del rumano al castellano.

Las mujeres informaron de que los dos varones se habían dirigido a la localidad de Fraga con intención de escaparse, pero debido al miedo que sentían por las represalias que pudieran sufrir no querían acercarse al puesto de la Guardia Civil a formular denuncia.

Una vez todas las víctimas se encontraban en dependencias oficiales de la Guardia Civil, se realizó un registro de la vivienda donde los mantenían aislados en pésimas condiciones de habitabilidad, sin luz ni agua corriente. En el registro se localizó, en la única habitación que estaba cerrada con llave, documentación contable y cuadrantes con anotaciones de personas y cantidades de dinero correspondientes, así como numerosa documentación personal, de la seguridad social, fotocopias de documentos personales, todos ellos de personas de nacionalidad rumana.

Por ello, la Guardia Civil continuará investigando para averiguar si esas personas también han sido víctimas de esta explotación laboral.

Las diligencias han sido instruidas por el Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Fraga y entregadas junto con los detenidos en el Juzgado de Instrucción de Guardia de Fraga.