Los ilustres suben el ritmo de la Orbea Monegros

Ibon Zugasti, el primero de los 8.000 bikers en cruzar la meta de Sariñena. La prueba de carácter popular deja un fuerte impacto económico en la zona.

Maratón Orbea Monegros.
Maratón Orbea Monegros.

Algo de bochorno y mucho polvo. Nada más. Al final, ni hubo lluvia ni cierzo, lo que favoreció a los más rodadores. De hecho, la Maratón Orbea Monegros, que tuvo lugar este sábado en Sariñena, vivió una de sus ediciones más rápidas, rozando el récord, establecido en 3 horas y 45 minutos. La prueba reunió a 8.000 ciclistas y la victoria fue para uno de los mejores, Ibon Zugasti, todo un experto en carreras extremas.

El ciclista vasco, del Orbea Factory Team, ganó al sprint después de 118 kilómetros rodando con algunas de las caras más conocidas del pelotón. Disputó el triunfo a otros grandes rodadores, entre ellos el ganador del Tour de Francia en 2006, Óscar Pereiro, y el hondureño Milton Ramos, afincado en Aragón. Dentro del pelotón de cabeza, junto a ellos, hubo más ciclistas de pedigrí, la mayoría amigos y, al mismo tiempo, rivales, lo que favoreció el espectáculo y la competición. Y eso que se trata de una prueba popular, sin clasificaciones ni premios, pero que otorga prestigio al ganador.

Tras hacerse con la victoria, Zugasti se mostró exultante. En un principio, según reconoció, venía a disfrutar, sin más pretensiones, pero, al final, "me pongo un dorsal y se me calienta el morro", admitió. "Ante la falta de viento, hemos rodado muy bien, sin dificultades, y además, tenía una ventaja, ya que había visto el circuito y sabía que si me metía el primero en la última curva sería muy complicado pasarme", señaló Zugasti, tras reconocer haber vivido con "nervios y emoción" los últimos kilómetros. El ciclista vasco felicitó a la organización y calificó el paisaje de "espectacular". Precisamente, la singularidad del territorio, duro y agreste, es uno de los principales atractivos de la Maratón Orbea Monegros. En esta decimoséptima entrega, las 8.000 plazas se llenaron en un tiempo récord: 8 horas. Del conjunto de inscritos, 6.000 optaron por disputar la prueba larga (118 kilómetros) y el resto, la corta de 82.

Dentro de la primera, un año más estuvo otro apasionado de las pruebas extremas, Milton Ramos, que acudió con el fin de "entrenar y disfrutar, sin más, y desde luego, lo he hecho, ya que ha habido un grupo de cabeza muy rápido, unido y experimentado", señaló. A su lado, Pereiro, que ya anunció que llegaba en baja forma, también se mostró "feliz y satisfecho". Aguantó en el grupo de cabeza, según explicó, gracias a su experiencia, que "me proporciona una buena colocación". El ciclista alabó el ambiente y el escenario.

La primera mujer en completar el maratón fue la barcelonesa Sandra Jordà, quien se estrena en la arena monegrino y que presenta una gran trayectoria: campeona de Cataluña de pista y podio en la Titan Desert.

En la prueba de media distancia fue Arturo Martínez el que atravesó la línea de meta en 2 horas y 56 minutos por delante de Antonio López y Jordi Moro.

Aunque fue una edición llena de caras conocidas, también hubo miles de ciclistas anónimos. Algunos estuvieron entre los mejores como Javier Laín, de Sariñena, que rodó en el grupo de cabeza. El joven destacó el gran ambiente y la organización de una cita "obligatoria para los que somos de casa". Desde más lejos, llegaron un grupo de 18 amigos de Cornellá (Barcelona), que se reúnen cada año para vivir esta experiencia, o, por ejemplo, otros tres de Solsona (Lérida) que, como explicaron, acuden atraídos por el "espectacular" ambiente.

Durante toda la jornada, Sariñena fue un hervidero. La localidad multiplicó por cinco su población al recibir unas 20.000 personas, que, según los organizadores (Orbea, Comarca de Los Monegros y Ayuntamiento de Sariñena) dejan en la zona un retorno económico de un millón de euros, especialmente en el sector hostelero y comercial.

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