El Pirineo se cobró el jueves la vida de otro montañero. Álvaro Garcés Padial, un vecino de Barbastro de solo 25 años, falleció ahogado al quedar atrapado en el sifón de un barranco del término municipal de Bielsa, del que no pudo salir. El joven perdió la vida mientras practicaba una de sus pasiones. También era muy aficionado a otras actividades como la escalada. La noticia de su muerte causó una profunda conmoción en su ciudad y especialmente en el mundo del montañismo.

Álvaro Garcés se encontraba con un amigo realizando el descenso del barranco de Urdiceto. Minutos antes de las tres de la tarde, este llamó al 112, que a su vez dio aviso a la Guardia Civil, solicitando ayuda para rescatar a su compañero. Según informó por teléfono, había sufrido un accidente y había quedado atrapado en un sifón, y a él le resultaba imposible sacarlo de allí.

Fue activado el Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim) de Boltaña, el más cercano al lugar del accidente. Integrantes de esta unidad se trasladaron al barranco en el helicóptero de la Guardia Civil, junto con el médico del 061, y contactaron con el compañero, que estaba fuera del agua. Los especialistas descendieron desde la aeronave hasta un lugar próximo a donde se encontraba la víctima y, según manifestaron, la hallaron "enganchada a las cuerdas y sin señales de vida".

Los agentes procedieron a cortar las cuerdas en la cabecera del rápel y cuando el cuerpo ya pudo ser liberado, lo introdujeron en la camilla para izarlo. La operación de rescate del cadáver finalizó sobre las ocho de la tarde.

Fuerte caudal

El barranco de Urdiceto lleva estos días un fuerte caudal debido al deshielo, acelerado por la subida de las temperaturas. Según comentaron a este periódico vecinos de la zona, todavía hay nieve en la cabecera. Por su parte, los expertos señalaron que se trata de un desfiladero estrecho que resulta peligroso a causa de esas circunstancias, y además está considerado de "gran nivel técnico". Es el único cauce que recoge las aguas de la presa y del ibón de Urdiceto.

Con la muerte del joven de Barbastro ya son cinco los fallecidos en la montaña aragonesa en lo que va de mes. El último un hombre de 35 años, cuyo cuerpo fue hallado sin vida por la Guardia Civil en el fondo de un barranco de la peña Castibián, en Alquézar. Esta Semana Santa también murió un montañero al despeñarse 200 metros por una ladera de nieve y piedras mientras realizaba una ascensión en solitario al pico Arnales.