Las acciones de promoción que la Denominación de Origen Somontano está realizando en los últimos tres años en México para abrir un nuevo mercado están teniendo resultados. La marca Somontano es ya conocida en especial por un sector joven que disfruta de la cultura del vino y concretamente entre las mujeres que adoran los blancos y rosados producidos en las bodegas del Alto Aragón. Además se ha constatado un incremento de ventas de botellas de vino de la D.O. Somontano.

Así lo asegura la mexicana Sandra Fernández, responsable de las acciones de promoción de la D.O. en el país, y que está acompañando estos días a un grupo de compatriotas invitadas por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Somontano como premio a los concursos de sumiller y maridaje de cocina que han realizado el pasado año. Componen el grupo Georgina Estrada, sumiller, miembro del jurado del concurso y vicepresidenta de la Asociación de Sommeliers Mexicanos AC; Diana Montelongo, miembro de su equipo; la vencedora del III concurso “El Embajador de los vinos Somontano”, la sumiller Michelle Rodríguez, y las estudiantes de la prestigiosa escuela de Hostelería y Restauración CESSA y ganadoras del II Concurso “El Mejor Maridaje de los vinos Somontano” Michelle Aline Bautista y Sandra García.

El premio consiste en un recorrido por las bodegas que participan de esta campaña de promoción: Viñas del Vero, Enate, Sommos, Bodega Pirineos y Batán de Salas. En su estancia también visitarán lugares con encanto del territorio como el santuario de Torreciudad o Alquézar.

La primera visita fue este martes en la bodega Sommos, que impactó por su diseño arquitectónico y por su forma vanguardista de elaborar sus vinos.

Sandra Fernández considera que los objetivos de estos concursos y las campañas de promoción han surtido efecto: “México ha empezado a crecer en el consumo de vino, y España siempre ha sido un país privilegiado porque nuestros padres bebían vino español pero no Somontano. Ahora lo hemos introducido en un segmento joven, estudiantes de enología y gastronomía que tiene un paladar abierto, para competir con las otras denominaciones. Somontano es una región fantástica para ese paladar iniciado, porque tiene todo: mejor relación precio y calidad, y son unos vinos sanos. Ya hemos notado números de crecimiento de los vinos del Somontano y las bodegas existentes están incorporando nuevos vinos”, explica Fernández.

Un dato llamativo desde el punto de vista sociológico del consumo del vino es que las mujeres se han convertido en habituales consumidoras y prescriptoras de la marca Somontano. Un ejemplo es que todos los ganadores de esta edición son mujeres. “En México la profesión de sumiller es joven a pesar de que tiene la bodega más antigua de América del siglo XVI. Pero vemos que hay un liderazgo de las mujeres en las profesiones ligadas al vino. Las mujeres hemos ocupado un segmento muy importante y se está rompiendo paradigmas en un país conservador y muy tradicionalista, ocupando primeros puestos en la industria del vino y el alcohol”, señala Fernández.

El por qué gusta tanto el vino Somontano entre el sector joven lo explica la sumiller Georgina Estrada: “Son vinos muy cool, los puede beber gente joven o sumilleres. Logran un buena maduración, un buen volumen de alcohol, concentración y buena acidez por el terroir de aquí con inviernos muy fríos y veranos cálidos. Son vinos fáciles de beber, a mí me gusta mucho los blancos de aquí, sus Gewürztraminer. De unos años acá, los vino del Somontano son más conocidos en México y están al gusto del consumidor”.

La ganadora del concurso ‘Embajador del Somontano’ debió de demostrar de forma exhaustiva el conocimiento de los vinos de la D.O. en una serie de catas. La joven sumiller Michelle Rodríguez se ha sorprendido porque a pesar de sus reducidas dimensiones y su juventud “está haciendo muchas cosas para darse a conocer y cuenta con variedades de uva interesantes y una buena relación calidad precio accesible para México. Es algo diferente y muy agradable”.

Sobre su visita a Sommos, se deshizo en elogios. “He visto bodegas en California que son el top de la tecnología, pero Sommos es la bodega más bonita que visto. Es impresionante y me llama la atención cómo invierten en tecnología y a la vez los vinos son accesibles en precio”, afirma Rodríguez.

Por su parte las promesas de la gastronomía se impusieron en el concurso de maridaje con un plato tradicional del estado de Chihuahua: caldo de oso (sopa de pescado) reducido con Enate rosado que le dio un sabor de limón al plato, tan propio de la cocina mexicana. A las dos la visita de los viñedos y bodegas del Somontano les ha encantado. “Los vinos del Somontano están ayudando a que los jóvenes se metan en el ambiente del vino”, señala la estudiante de cocina Michelle Aline. “Nos apasiona la cocina mexicana y poderla maridar con otros vinos”, comparte su compañera Sandra García.