Ibieca vive el entierro de Hato de Foces

La localidad regresó a la época medieval con la ya tradicional recreación histórica en su iglesia.

La exequias fúnebres de Hato de Foces han sido el momento clave de los actos que este fin de semana han hecho retroceder en el tiempo al pueblo de Ibieca, situado a 20 kilómetros de Huesca, exactamente 714 años. La localidad recuperaba desde el viernes por la noche y hasta este domingo su esplendor medieval, con una nueva edición de la recreación histórica que desde hace cinco años se celebra en la iglesia de San Miguel de Foces, una joya románica declarada monumento nacional, además de célebre por las pinturas murales que guarda, que datan del siglo XIV.


Casi medio centenar de recreacionistas llegados desde todo Aragón y comunidades vecinas como Cataluña, Valencia o La Rioja, se han convertido durante 48 horas en nobles, miembros del clero o criados para el divertimento de los varios centenares de visitantes que han querido participar en este viaje al pasado en la que se ha cuidado hasta el más minucioso detalle.


La asociación Feudorum Domini es la encargada de coordinar el evento, que llevan preparando desde primavera. “Solemos decir que como ocurre con las Fallas en Valencia, desde el día siguiente a la celebración de una edición ya estamos pensando en la próxima, pero es a partir de mayo cuando empieza el trabajo de verdad para que todo esté a punto”, explica Enrique Villuendas, secretario de la agrupación.


En cada una de las entregas han dado vida a una escena de la historia de la Casa de Foces. Así, se estrenaron en 2011 con el entierro de Eximén de Foces -el noble que ordenó construir como panteón familiar la iglesia que ahora sirve de escenario para la recreación-. También se celebró la boda de su hijo Hato de Foces, o la coronación de Pedro III, “esa fue la más espectacular, no sé como tuvimos el tiempo y el presupuesto para llevarla a cabo”, recuerda Villuendas. El pasado año se puso en escena el levantamiento militar en 1282 de Hato de Foces para apoyar la cruzada militar de Pedro III, además de una leyenda local sobre el asesinato de los monjes de la Orden de San Juan de Jerusalén, que residían en la misma iglesia.


“En esta ocasión la gente nos pidió que hiciéramos otra vez un entierro, porque gustó mucho la edición del primer año, por lo que decidimos adelantar un poco en el tiempo su muerte y nos decidimos por las exequias funébres de Hato de Foces”, añade el recreacionista.


Además de asistir a los actos del funeral y todos sus pasos previos, como el anuncio de la muerte o la presentación del pésame y las condolencias, los visitantes pudieron también pasear durante el fin de semana por un mercado medieval o asistir a unas justas. Todo recreado con el más mínimo detalle, siguiendo con la voluntad de la asociación de divulgar la historia y la cultura de la Edad Media, centrándose especialmente en los territorios de la antigua Corona de Aragón.


Desde la organización consideran esta nueva entrega todo un éxito, en el que solo hubo que lamentar un pequeño incidente durante la recreación del funeral. Uno de los caballos que integraba la comitiva a la llegada de San Miguel de Foces se alteró, tirando al recreacionista que lo montaba y golpeando a algunos de los visitantes que se encontraban más próximos. Afortunadamente, apuntan los organizadores, todo quedó en un susto, en el que los trajes de cota de malla que lucía el caballero y su escudo amortiguaron la caída.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión