Un incendio en Atarés obliga a desalojar los monasterios y el hotel de San Juan de la Peña

El fuego estaba descontrolado en varios frentes y cientos de personas intentaban estabilizarlo este domingo.

Un helicóptero suelta agua para sofocar el fuego que había llegado a los barrancos en Atarés .
Un helicóptero suelta agua para sofocar el fuego que había llegado a los barrancos en Atarés .
Javier Navarro

El fuego se ha cebado este fin de semana con los montes de la provincia de Huesca. Todavía no estaba controlado el incendio originado el sábado en el Parque de Guara, en Lecina, cuando las llamas se desataron en el monte de Atarés, en la Jacetania. Este incendio, que comenzó hacia las 16.00 y que al parecer tuvo su origen en una máquina agrícola, obligó a desalojar por precaución los monasterios y la hospedería de San Juan de la Peña, donde tenían previsto pernoctar unas 50 personas.


A primera hora de este lunes se han reincorporado los medios aéreos a las tareas de extinción del incendio, que continúa vivo aunque el fuego no demuestra excesiva virulencia. Fuentes del ejecutivo autonómico han explicado que se ha incorporado a los trabajos de extinción un helicóptero más, procedente de Peñalba, y que por tanto en la zona trabajan ahora dos hidroaviones más un avión de carga en tierra, seis helicópteros y un helicóptero de coordinación, cuatro cuadrillas terrestres, que han sido relevadas esta mañana, y varias autobombas. El puesto de mando avanzado, además, se ha trasladado a la localidad de Atarés.


Aunque no se puede hacer un cálculo preciso del número de hectáreas que se han quemado ya, las citadas fuentes apuntan que la dirección general de Gestión Forestal las cifra entre 130 y 150.


Juan Manuel Ramón alcalde de Jaca, municipio al que pertenece Atarés, señaló que la orografía de la zona estaba complicando las labores de extinción por la dificultad para acceder algunos puntos, como los barrancos, a los que se trataba de llegar con el agua de los helicópteros.


Afortunadamente, el incendio no amenaza a ninguna población. Aunque en principio se pensó que había que evacuar Botaya, la dirección de las llamas no lo hizo necesario. Sí fue preciso, por precaución, desalojar los dos monasterios de San Juan de la Peña así como la hospedería del complejo. El director de esta, Arturo Fernández, comentó que el fuego estaba a tres kilómetros. El establecimiento se hallaba al completo. Algunos clientes se realojaron en la zona y otros decidieron marcharse.


Además, se cortó al tráfico la carretera A-1603 desde Santa Cilia a Bernués. La Guardia Civil controlaba la vía de acceso a Atarés y solo dejaba pasar a los vecinos y al personal del operativo.

Controlado en Guara


Por otro lado, está previsto que a lo largo del día se pueda dar por extinguido el fuego que se declaró el sábado en Lecina, junto a los barrancos del Vero, y que ayer se dio por controlado tras quemar sesenta hectáreas y calcinar siete coches que estaban estacionados en el aparcamiento del Río Vero. 


Dos dotaciones de Cruz Roja de Huesca instalaron un albergue en el local social de Bárcabo, al que fueron evacuados diez de las 50 personas que estaban en el campin de Lecina. El resto optó por alojarse en Alquézar, Colungo o Aínsa. Una pareja holandesa que acaba de llegar al lugar se marchó a Arcusa. Los campistas restantes, dos familias francesas, pasaron la noche junto con tres empleados de la instalación en Bárcabo, durmiendo en literas plegables y en su furgoneta.


Laure Anne y Yann Superchi ya conocían la zona de Guara y se encontraban en el campin junto a sus hijos de 10 y 6 años. Para esta familia de Nantes "todo fue muy bien". Vimos el humo y preguntamos qué podíamos hacer. Llegaron los bomberos y nos mandaron a Bárcabo. Allí hemos dormido bien. Nos dieron de cenar y esta mañana ya hemos vuelto. Estamos muy bien", indicaron.

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