Miles de esquiadores disfrutaron este sábado de una excelente jornada de esquí con sol y nieve polvo en las estaciones del Pirineo, que viven uno de los mejores fines de semana de la temporada tanto por las condiciones de las pistas como por la masiva afluencia de usuarios. Esto es lo que provocó que a primera hora de la mañana de este sábado se generaran retenciones en el acceso a Formigal-Panticosa desde Biescas (A-136).

Los centros invernales de Aragón ofrecían más de 300 kilómetros esquiables de nieve polvo -Formigal-Panticosa (135 km), Cerler (68), Astún (44,5), Candanchú (36,7), Valdelinares (12,5) y Javalambre (10,4)-, después de las nevadas de los últimos días que han permitido dejar las pistas en las mejores condiciones de la temporada.

En las pistas se ha notado esa animación desde la base de las estaciones, donde se puede gozar de buenos espesores -como en Candanchú, con entre 60 y 135 centímetros-, hasta las cotas más altas donde se superan los dos metros en puntos de Astún y de Formigal-Panticosa. Desde ahí, hasta la frontera de El Portalet se pedía precaución a los conductores  por la existencia de placas de hielo, pero a medida que calentaba el sol desaparecía el peligro y todas las carreteras de la provincia de Huesca están limpias.

De este modo, en las partes más bajas muchas familias con niños practicaban el deporte blanco al mismo tiempo que muchos usuarios se estrenaban en la experiencia en clases con monitores. El parquin de Anayet, en Formigal, se completaba prácticamente a primera hora, pero aún quedaba espacio en el de Sextas.

Además, era un día con muchas competiciones deportivas de esquí, snow o freeski y actividades de ocio para los usuarios en todos los centros. En Cerler, por ejemplo, se celebra este fin de semana el XXI Trofeo Pitarroy, una cita de referencia para las categorías alevines y en la que se han inscrito más de 380 niños.