Los atentados de París llevaron a desarticular la red de narcotráfico en el Pirineo

Los nueve detenidos, con garajes alquilados en Jaca y Sabiñánigo, tienen antecedentes por tenencia de armas, pero se descarta una conexión yihadista.

La subdelegada del Gobierno en Huesca, María Teresa Lacruz; el comisario provincial del Cuerpo Nacional de Policía, Fernando Pascual; y el teniente coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, Vicente Reig informan de la red desarticulada.
La subdelegada del Gobierno en Huesca, María Teresa Lacruz; el comisario provincial del Cuerpo Nacional de Policía, Fernando Pascual; y el teniente coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, Vicente Reig informan de la red desarticulada.
Rafael Gobantes

La operación llevada a cabo por la Guardia Civil y la Policía Nacional, que ha permitido intervenir 646 kilos de hachís en Jaca y detener a nueve personas, se inició tras los atentados de noviembre en París. Con la intensificación de los controles en la frontera del Pirineo aragonés, se detectó el tránsito de personas con antecedentes por tráfico de drogas y armas y se sospechó que podían estar preparando el paso de un cargamento importante. Fue el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) del Ministerio de Interior el que decidió encargar una investigación conjunta a la Policía Nacional y la Guardia Civil.


Los detalles de todo el operativo se han dado a conocer este lunes en una rueda de prensa en Huesca con la presencia de la subdelegada del Gobierno en Huesca, María Teresa Lacruz; el comisario provincial del Cuerpo Nacional de Policía, Fernando Pascual; y el teniente coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, Vicente Reig.


La organización criminal internacional traficaba con hachís entre Málaga y Francia utilizando el método 'Go Fast'. Viajan en caravanas de vehículos de alta gama pero el cargamento de droga iba solo en uno de los coches, mientras que el resto realizaban una escolta con el cometido de avisar con antelación de posibles controles o dispositivos policiales y detectar seguimientos o vigilancias.


En uno de los vehículos, un BMW con matrícula alemana valorado en 120.000 euros, iban 646 kilogramos de hachís en fardos y una pastilla-muestra de 100 gramos de hachís. La droga, de distintas calidades, podía alcanzar en el mercado los 2 millones de euros. Además se han intervenido otros tres vehículos, 7.825 euros en metálico, placas de matrícula falsificadas o dobladas españolas, francesas y alemanas, y documentación acreditativa de la implicación de los detenidos en los delitos.


Ocho franceses y una española


La investigación ha durado tres meses y ha concluido con la detención de ocho ciudadanos franceses de origen marroquí, seis en Jaca y dos en Estepona (Málaga) y una mujer española en Melilla. Los agentes detectaron que en Jaca y Sabiñánigo una organización criminal podría estar haciendo uso de varios garajes para ocultar cargamentos de droga, mientras hacían escala antes de transportarlos a territorio francés.


La banda estaba asentada en Francia y sus integrantes contaban con multitud de antecedentes en el país vecino por delitos de tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas, robos, uso de matrículas falsas, amenazas y lesiones, Hacían uso de sus contactos en Marruecos para llevar la droga en fardos por el mar a Estepona, donde estaba la base de operaciones. El teniente coronel de la Guardia Civil dijo en la rueda de prensa que aunque se investigó la conexión con grupos yihadistas, por sus antecedentes de tenencia de armas, se descartó.


La organización alquiló diversos garajes y un piso en Jaca y Sabiñánigo, a fin de poder esconder el coche con la carga de hachís, ya que necesitaban una zona 'limpia' porque a raíz de la intesificación de los controles antiterroristas en la frontera, esperaban la oportunidad para cruzar cuando no hubiera vigilancia. Recorrían las carreteras secundarias para poder detectar y dar aviso de posibles controles policiales.


De Marruecos al Pirineo pasando por Estepona


En diciembre se tuvo conocimiento de que habían conseguido un cargamento que guardaban en Estepona. Se les mantuvo vigilados durante todo el viaje desde la localidad malagueña hasta llegar a Jaca. Aquí se realizaron las primeras detenciones el pasado mes de diciembre. El Grupo de Operaciones Especiales de la Jefatura Superior de Policía de Zaragoza entró en un garaje y detuvo a seis individuos.


Posteriormente, se desmanteló la base de operaciones en Estepona. Tras realizar una entrada y registro en un inmueble de una urbanización de lujo, desde donde los cabecillas de la organización realizaban los contactos y cerraban las operaciones de compra venta, se detuvo a dos integrantes que conseguían la droga en Marruecos y se incautaron 4.555 euros en metálico, así como diversa documentación con cuentas de la organización, una matrícula falsa y una tableta de hachís de 100 gramos que había servido de muestra del cargamento.


Buscados en Francia


Uno de los detenidos era fugitivo de la justicia francesa, constándole reclamaciones de cuatro juzgados de Francia por delitos de tráfico de drogas, con condenas pendientes de 12 años de prisión, y con dos juicios previstos con petición de prisión de 9 años en total. Este arrestado forma parte de un clan de traficantes franceses, con varios de sus miembros en prisión y otros fugados de la justicia. Se pidió una comisión rogatoria, a través de la Audiencia Nacional para colaborar con las autoridades francesas, que ya conocían al grupo.


La última detención se produjo en Melilla. Se trata de una mujer, de 25 años, la única de los arrestados de nacionalidad española. Ella suscribía los contratos de alquiler de viviendas, garajes, vehículos y hoteles a su nombre y proporcionaban vuelos desde esa ciudad hasta los lugares donde fuera necesario firmar los correspondientes documentos. Había sido detenida anteriormente en otras tres operaciones policiales, por colaborar con grupos organizados dedicados al tráfico de drogas.


A todos ellos se les imputan los delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas y falsificación documental. Fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número Uno de Jaca, que decretó su ingreso en prisión.


En la operación han participado las Unidades de Drogas y Crimen Organizado de Huesca, Jaca, Estepona y Melilla. Tanto el comisario Fernando Pascual como el teniente coronel de la Guardia Civil destacaron la importancia de la desarticulación de la banda, no solo por la cantidad de droga intervenida, sino porque se ha encarcelado a peligrosos delincuentes que formaban parte de una banda organizada.

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