El mismo consejero que criticó el lunes el exceso de asesores del Ejecutivo de Iglesias y vendió un código ético de buenas prácticas para el Gobierno de Aragón ha contratado como asesor al hijo abogado y máster en auditoría de una compañera de gabinete. Y solo horas después de que la DGA supiera que la decisión se iba a publicar en este periódico, anunció su destitución fulminante. Se trata del titular de Hacienda y Administración Pública, Mario Garcés, que a principios de semana había fichado al abogado Carlos Morales Serrat, hijo de la consejera de Educación y militante del Partido Popular.

La fugaz carrera de este jurista de 31 años como asesor político ha durado tan solo unas horas. De hecho, el nombramiento estaba firmado, pero no se había publicado siquiera en el Boletín Oficial de Aragón (BOA). Y este jueves Garcés rubricará la destitución de su colaborador, máster en auditoría y en ciernes de derecho fiscal, con cuatro años de experiencia en la multinacional Deloitte y otro en el despacho de abogados Cuatrecasas, del que salió hace unas semanas.

Desde el departamento explicaron que, desde que fue nombrado, ha cumplido jornadas de doce horas y que había ejercido sus labores de asesor como se esperaba. De hecho, Garcés -que tenía derecho a tener dos asesores- había optado por ocupar solo una de esas plazas.

El consejero explicó este miércoles que cuando accedió al cargo tenía a su disposición numerosos currículum y que cogió como asesor al que más se adaptaba al perfil que requería el puesto. «Si lo ceso es porque no voy a aceptar que pongan a nadie de mi equipo en la diana», afirmó.

Por lo demás, para rechazar posibles críticas por tener de asesor al hijo de una dirigente del PP, recordó que ha mantenido en puestos de directores generales en su departamento a dos personas que ya desempeñaban esa función con el PSOE y que lo ha hecho porque le gusta contar con el mejor equipo posible. En este sentido, Garcés ha mantenido como responsable de Presupuestos a Gema Gareta y cuenta también con Francisco de Asís Pozuelo para Tributos.

Su elección no era banal, ya que la presidenta Rudi solo deja nombrar dos asesores por departamento (en vez de los tres que hubo en el Ejecutivo PSOE-PAR). Además, los consejeros se quedan solo con uno de los asesores si su secretario o secretaria es una persona externa de la Administración. En este caso, no computa porque su secretaria ya trabajaba para la Administración.

Por su parte, la consejera de Educación subrayó que no había promocionado a su hijo y que le molestaba que por el hecho de que ella ocupara un cargo político se le «cortara» la carrera profesional de su hijo. «Tiene 31 años, ha trabajado cuatro años en Deloitte y ha dejado ahora su puesto en el despacho de abogados Cuatrecasas, donde llevaba un año, para ser asesor del consejero Garcés, que es quien lo ha fichado. Me preocupaba, porque sabía que alguien lo sacaría a relucir, que iban a buscar hasta debajo de las trancas», remarcó antes de que se hiciera pública la destitución, lamentando el «tremendo daño» que le podía hacer si se convertía en foco de la polémica.

Serrat incidió en que se había fichado a su hijo por su «perfil profesional» y no por su filiación. «El consejero de Hacienda necesitaba un profesional y el chico presentó su currículum. No le he promocionado», insistió.