CINECIA

Experimentos bajo tierra

El Laboratorio Subterráneo de Canfranc albergará siete investigaciones internacionales sobre la física de neutrinos y la materia oscura del universo.

El Laboratorio Subterráneo de Canfranc de la Universidad de Zaragoza acogerá siete experimentos de carácter internacional a partir de septiembre. Estos proyectos, que se centrarán principalmente en el estudio de la física de neutrinos y la búsqueda de la materia oscura del universo, se desarrollarán simultáneamente en unas instalaciones de unos 1.400 metros cuadrados, excavadas en la vertical del monte Tobazo, bajo 850 metros de roca.


El LSC retomará su actividad tras los trabajos de remodelación que se han realizado en el último año y que han permitido reforzar las instalaciones, así como introducir dispositivos de monitorización y seguridad, equivalentes a los instalados en la Torre Eiffel o el Canal de la Mancha y capaces de detectar cualquier tipo de vibración en los laboratorios y galerías.


No obstante, parte de la investigación científica del LSC ha continuado durante las obras, gracias al antiguo laboratorio, que ha seguido operativo.


La Universidad de Zaragoza ha recibido este miércoles los trabajos de reforma realizados en el LSC y, a continuación, ha cedido las instalaciones al consorcio -integrado por el Gobierno de Aragón, el Ministerio de Ciencia e Innovación y la Universidad de Zaragoza-, que se encarga de su equipamiento, explotación y gestión hasta el 31 de diciembre del 2015.


A este acto, que ha tenido lugar en las propias instalaciones del laboratorio subterráneo, han asistido el rector de la Universidad de Zaragoza, Manuel López Pérez; la consejera de Ciencia del Gobierno de Aragón, Pilar Ventura; y el subdirector adjunto de Planificación de Instalaciones Científicas y Tecnológicas del Ministerio de Ciencia e Innovación, Joaquín Serrano, entre otras autoridades.


En este sentido, Ventura ha indicado que "el hecho de que sea una instalación científica singular forma parte de esta red que el propio Gobierno central mantiene para tener un lugar en el mundo como potencia científica, algo en lo que se ha avanzado mucho y esta es una gran muestra".


Posteriormente se ha realizado una visita en la que ha participado el director del LSC, Alessandro Bettini, profesor de la Universidad de Padua (Italia); y el director científico asociado, José Ángel Villar, catedrático de Física Atómica, Molecular y Nuclear de la Universidad de Zaragoza, y uno de los impulsores de este laboratorio hace 25 años.


El Laboratorio Subterráneo de Canfranc, ubicado entre el túnel ferroviario de Canfranc y el túnel carretero de Somport, es por dimensiones el segundo mayor de Europa. Este espacio fue "descubierto" hace 25 años por el grupo de investigación de excelencia en Física Nuclear y Astropartículas de la Universidad de Zaragoza (1985).


Cerca de 40 investigadores

Este grupo, liderado entonces por el profesor Ángel Morales, contaba con media docena de científicos, y en la actualidad integra ya a casi 40 investigadores, bajo la coordinación de José Ángel Villar, catedrático de Física Atómica, Molecular y Nuclear.


Un año más tarde, en 1986, este laboratorio se puso en marcha con dos pequeños laboratorios subterráneos de escasos 12 metros cuadrados, y una caseta prefabricada sobre las vías del tren. Le siguió la puesta en marcha de otro laboratorio de 120 metros cuadrados, y finalmente, desde el 2006 el centro dispone de unas instalaciones de 1.400 metros excavados bajo un peso equivalente a 2.450 metros de agua.


Estas instalaciones suponen contar con unos mil metros cuadrados dedicados a salas experimentales y el resto a servicios e instalaciones de apoyo.


En la primavera de 2007, un pequeño desprendimiento en la galería principal, obligó a reforzar el laboratorio, al mismo tiempo que se aprovechó para introducir diversas modificaciones que mejorasen las instalaciones y los sistemas de seguridad.


Ahora es posible monitorizar en tiempo real y permanentemente todas las vibraciones de la roca en las galerías y laboratorios, gracias a dispositivos similares a los incorporados en grandes instalaciones.


Comité científico asesor

El consorcio que gestiona el LSC tiene un comité científico asesor internacional, formado por ocho investigadores de diferentes países y expertos en distintas áreas que se reúnen cada seis meses. Son los encargados de estudiar la viabilidad de los experimentos que solicitan ser instalados en el laboratorio de Canfranc.


Este comité, que preside el profesor Frank Avignone de la Universidad de Carolina del Sur -recientemente nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Zaragoza-, ha autorizado la instalación de siete experimentos en el laboratorio de Canfranc a partir de septiembre.


Paralelamente, el consorcio estrenará una instalación de 2.000 metros cuadrados como sede administrativa, que se está construyendo en la localidad de Canfranc- Estación. Este edificio contará con despachos para investigadores y técnicos, así como con una sala para congresos y reuniones, y una sala de exhibición permanente de actividades del laboratorio.


Esta sede incluirá también cuatro laboratorios específicos de física, química, informática y electrónica, que permitirán trabajos preparatorios para el laboratorio subterráneo, así como un taller-almacén de 200 metros cuadrados para montajes mecánicos. Este edificio, con una inversión de unos dos millones de euros, es propiedad del consorcio y ha sido diseñado por el arquitecto Basilio Tobías.


El Laboratorio Subterráneo de Canfranc es una de las cuatro instalaciones subterráneas europeas que forma parte del Proyecto europeo ILIAS, impulsado desde el VI Programa Marco de la Unión Europea. Los otros laboratorios subterraneos son: Laboratorio Nazionale di Gran Sasso (LNGS) en Italia, Laboratoire Souterrain de Modane (LSM) en Francia, y Boulby Mine Underground Laboratory (Boulby) en el Reino Unido.


Este laboratorio podría ser reforzado en el futuro con nuevas instalaciones, para llevar a cabo el proyecto Laguna. Sus ventajas sobre otras candidatas son la facilidad de acceso y ampliación envidiables por sus características geológicas, la cobertura de montaña, poseer dos túneles paralelos ya construidos, una geotecnia apta para la ejecución de estas grandes cavernas, contar con un laboratorio subterráneo ya construido y un sólido estudio de viabilidad ejecutado por prestigiosos ingenieros.


El proyecto Laguna tiene como objetivo el diseño de un gran detector subterráneo de neutrinos, único en el mundo. Para ello habría que construir un gran aparato subterráneo de 1.000.000 metros cúbicos de excavación en roca (similar a la de la construcción del túnel de Somport) y la ejecución de una gran obra de ingeniería civil de unos ocho o diez años de duración.