Los aragoneses, 'ricos' en diputados per cápita

Aragón, con un diputado en las Cortes por cada 19.830 personas, es una de las CC.AA. con mayor ratio de diputados.

Las Cortes de Aragón
Las Cortes de Aragón
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Después del 24 de mayo cada uno de los 67 escaños de las Cortes de Aragón tendrá detrás de sí la labor de representar a 19.832 aragoneses... aunque esto no es del todo así. Los distintos modelos electorales y la representatividad de cada circunscripción hacen que se den diferencias muy notables entre unos parlamentos autonómicos y otros.


Cada autonomía establece su número de diputados y el peso de sus respectivas circunscripciones de forma independiente en sus estatutos de autonomía y leyes electorales. Una amalgama de ratios de compensación por población, límites al alza o a la baja del número de escaños y distintas fórmulas que al final acaban dejando realidades electorales muy distintas.


Como ejemplo, la cámara autonómica de mayor tamaño en disputa el próximo día 24, la Asamblea de Madrid (129 diputados) contará con un cargo electo por cada 49.430 habitantes; una proporción similar a la que tienen parlamentos más pequeños como Galicia (44.905 ciudadanos por 61 escaños) o Valencia (49.992 por cada uno de sus 99 representantes), pero que está muy alejada de la medida que presenta Aragón.


En el caso de las Cortes, Aragón es la autonomía pluriprovincial donde más diputados hay por persona solo superada por Extremadura (donde la relación es de 16.825 personas por 65 diputados).


Por debajo incluso aparecen Navarra y Cantabria, con cifras similares, y el extremo de La Rioja (con el parlamento más pequeño y 9.500 ciudadanos por escaño) encabezando el ranking de autonomías con más 'diputados per cápita'.


Ante estas diferencias, el debate que no ha quedado aislado de la vorágine de la campaña electoral, donde la candidata del Partido Popular, Luisa Fernanda Rudi, ha propuesto reducir el número de parlamentarios defendiendo que las instituciones no sean tan "megalómanas" , "manteniendo la proporcionalidad y la pluralidad", aunque sin dar una cifra concreta sobre cuál sería el número definitivo.


La propuesta, no obstante, no es ni mucho menos nueva. La propia presidenta la puso sobre la mesa el pasado verano en el Debate sobre el Estado de la Comunidad, y en otros parlamentos autonómicos ya se ha llevado a cabo, aunque está por ver con qué resultado.


Castilla La Mancha ha sido la autonomía que servirá de experimento para ver qué consecuencias tiene en los próximos comicios. Bajo la mayoría del gobierno popular de María Dolores de Cospedal, los manchegos han visto como a lo largo de esta legislatura han cambiado tres veces su número total de representantes. Hasta 2012 el parlamento de Toledo tenía 49 diputados, la propia Cospedal los elevó a 53 y después se modificó el estatuto de autonomía para dejarlos en 33, los que serán elegidos dentro de dos domingos. La diferencia, sea para bien o para mal, no es baladí. Si antes de las reformas había un diputado manchego por cada 42.000 habitantes, ahora solo habrá un escaño por cada 62.640, la proporción menos compensada del país.


Volviendo a Aragón, el PSOE aragonés y Chunta Aragonesista han sido algunos de los primeros grupos en tildar como “antidemocrática” la medida propuesta por los populares, al entender que al reducir el parlamento los partidos más pequeños tendrían menos opciones de entrar o, cuanto menos, sí que lo harían con menor número de diputados.


Las encuestas del CIS publicadas recientemente les dan en parte la razón si se compara con el modelo manchego, donde hasta ahora solo tienen presencia en el parlamento populares y socialistas. Pese al auge de Ciudadanos y Podemos que también se da en esta comunidad, estas nuevas fuerzas solo sumarían 5 de los 33 escaños totales entre las dos (el 15%) a pesar de tener más del 22% de los votos. En Aragón, continuando con la comparación, la misma encuesta les da el 27% de los votos a estos dos partidos, y unos 17 escaños, lo que supone casi el 25%.Las diferencias, también entre provincias


Pese a esto, las diferencias también se dan dentro de las circunscripciones de cada Comunidad. En Aragón, donde la distribución de los escaños a las Cortes la marca la Ley Electoral y Estatuto de Autonomía (35 diputados por Zaragoza, 18 por Huesca y 14 por Teruel) la diferencia de población hará que en Zaragoza haya un escaño en disputa por cada 20.987 votantes, mientras que en Teruel la cifra se rebaja hasta los 7.902.


Y todo ello a pesar de que Teruel ya ha ido perdiendo representación a lo largo de las distintas elecciones. En los primeros comicios autonómicos de 1983 Teruel contó con 16 parlamentarios, cifra que ha ido disminuyendo por su pérdida gradual de población.


Aun así, la provincia turolense sigue estando más representada proporcionalmente que de Huesca y Zaragoza, según se enmarca en el Estatuto de Autonomía que previene que el peso demográfico descompense en exceso el hemiciclo, y la ley Electoral, que legisla que haya un mínimo de 13 diputados por provincia a los que después se les añade representantes en función de la población.


Con todo, la propuesta de reducir o modificar la proporción de diputados supondría un largo proceso legislativo. El Estatuto de Autonomía recoge que las Cortes tengan de 65 a 80 diputados, por lo que el recorte solo podría ser de dos parlamentarios sin tocar el texto, para cuya modificación haría falta una amplia mayoría que las encuestas atisban complicada.