CONSUMO

El 64% de la población consume agua embotellada y el 13% filtra la del grifo

La contaminación de algunos cauces y las sales del suelo hacen que Aragón sea una de las regiones con peores suministros

Mari Luz Quintián compra agua en un supermercado.
El 64% de la población consume agua embotellada y el 13% filtra la del grifo
JUAN CARLOS ARCOS

Aragón es una de las comunidades que menos agua bebe del grifo. La contaminación de algunos ríos -principalmente el Ebro- y, sobre todo, unos suelos ricos en sales hacen que la calidad de sus suministros no sea óptima y casi dos de cada tres aragoneses consuman habitualmente agua embotellada. Además, el 13% de los ciudadanos filtran o hierven la que sale por las cañerías.

 

La situación mejora poco a poco con la puesta en marcha de nuevos abastecimientos y dará un gran vuelco conforme el agua de Yesa v aya llegando a Zaragoza y a otros 40 municipios de la provincia. Hasta que eso suceda, diversos trabajos ponen de manifiesto que los aragoneses no aprecian su suministro.

 

Según un estudio encargado por la filial en España de la multinacional Philips, al 71% de los ciudadanos de la comunidad no les gusta el sabor del agua del grifo. Eso hace que el 64% de ellos consuma habitualmente agua embotellada. A nivel nacional, esos mismos porcentajes, aunque importantes, son sensiblemente inferiores: al 53% no les gusta y el 49% compra botellas.

 

Por regiones, los que más agua mineral consumen son los canarios, con un 93%, los baleares (90%) y los Valencianos (76%). En el extremo contrario se sitúan los navarros, con solo un 17%, los extremeños (22%) y los madrileños (24%).

158 litros de media

Otro estudio realizado por Canadean España, compañía enfocada al estudio del mercado de las bebidas, coincide en señalar que Aragón es una de las comunidades que más agua mineral bebe junto con Baleares, Castilla-La Mancha, la Comunidad Valenciana, Cataluña y Murcia.

 

Según ese segundo informe, los aragoneses beben cada año, de media, 158 litros de agua embotellada, 20 más que el promedio nacional (135 litros). Las diferencias entre Zaragoza, Huesca y Teruel son mínimas.

 

El mayor consumo de agua mineral envasada se da, con diferencia, en Baleares, provincia en la que según Canadean cada ciudadano se bebe 265 litros debido sobre todo al turismo. Le sigue, muy de lejos, Barcelona con 189.

 

En cuanto a los trabajos realizados en Aragón, un estudio de la Fundación Economía Aragonesa (Fundear) revela que el 53% de los hogares de Zaragoza compran con frecuencia agua embotellada y otro 23% lo hacen de forma esporádica.

 

El informe indica también que el 10% de los hogares de la capital filtran el agua del grifo, el 8% llena garrafas en fuentes o manantiales y el 5% hierven el suministro municipal antes de utilizarlo.

 

Fundear calcula que, además de tener un suministro de calidad, cuando la ciudad beba exclusivamente agua de Yesa los zaragozanos se ahorrarán unos 18 millones de euros anuales en agua mineral y filtros. Los autores del estudio comprobaron, de hecho, que muchas familias se gastan bastante más dinero en botellas que en el recibo del abastecimiento.

 

En cuanto a los factores de los que depende el consumo de agua embotellada, el informe de la compañía Canadean España concluye que el principal factor es la dureza, es decir, el nivel de sales disueltas que presentan los suministros municipales.

Mal sabor por las sales

Este parámetro no afecta a la salud de los consumidores, pero sí al sabor del abastecimiento. Cuantas más sales disueltas tiene el agua del grifo, mayor rechazo genera en la población. Aragón es un territorio en gran parte calcáreo, lo que favorece la dureza de sus abastecimientos urbanos.

Además, los informes de calidad de las aguas que elabora anualmente la Confederación muestran que la contaminación, sobre todo en el eje del Ebro pero también en afluentes como el Manubles, el Híjar o el Gállego, condiciona la calidad de suministros como los de Zaragoza, Pradilla, Sástago, La Puebla de Alfindén, Alfajarín, Sabiñán, Daroca... En el caso del eje del Ebro, muchos de esos problemas se solucionarán con el abastecimiento desde el embalse de Yesa.

 

El sector de las aguas embotelladas destaca, además, que los ciudadanos perciben que este producto no solo tiene mejor sabor que el agua que sale por el grifo, sino que además es más beneficioso para su salud. "La mineralización de las distintas aguas puede ser muy beneficiosa para deportistas, jóvenes, personas que necesitan calcio...", desta- caron fuentes de La Zaragoza, grupo propietario de Agua de Lunares.