ARTE SACRO

El obispado de Lérida dice ante el juez que es dueño de los bienes

Su abogado asegura durante la vista previa por la demanda civil sobre la propiedad que existen documentos que lo avalan. La diócesis catalana reitera, no obstante, su intención de cumplir el decreto vaticano que ordenó su devolución, "nos guste o no".

En el centro, el abogado del obispado de Barbastro-Monzón, Hipólito Gómez de las Roces, ayer entre el resto de letrados.
El obispado de Lérida dice ante el juez que es dueño de los bienes
óscar mirón / diari segre

Nuevo paso atrás en el litigio de los 112 bienes sacros y nuevo desafío del obispado de Lérida a Roma. A través de su abogado, la diócesis catalana volvió a insistir ayer en que las piezas procedentes de las parroquias del Aragón oriental que reclama Barbastro-Monzón y que se encuentran retenidos en Cataluña le pertenecen.

 

Esta fue la gran sorpresa que deparó la vista previa de la demanda civil presentada en 2008 por la asociación de Amics del Museu de Lleida para dirimir la propiedad de más de 80 de las obras, puesto que, según los demandantes, Lérida ya había reconocido que el resto correspondían a la diócesis oscense. Las que se reclaman sí serían suyas, a su entender, en virtud del denominado 'derecho de usucapión', por el que se adquiere la propiedad de algo por su posesión pacífica y continuada durante varios años, según alegaron los Amics al emprender acciones judiciales contra el propio obispado ilerdense, que compareció ayer como demandado junto al de Barbastro.

 

La polémica saltó cuando Javier Gonzalo, el abogado que defiende actualmente los intereses del obispo de Lérida, solicitó cambiar el escrito de contestación a la demanda que en su día presentó el anterior letrado, petición que fue rechazada por la titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Lérida, que lleva el caso.

 

Gonzalo argumentó su cambio de postura radical en que había nuevos hechos a tener en cuenta. En concreto, se refirió a la existencia de documentos que atestiguarían la propiedad de las piezas y que la parte demandante solicitó ayer que se tengan en cuenta. Se trata, explicó el abogado de los Amics, Francesc Sapena, de cartas del obispo Josep Messeguer en las que explica cómo adquirió estos bienes (a través de compras o permutas) o el documento de 1944 que acredita el traslado de las obras a Lérida desde Zaragoza, donde estuvieron durante la Guerra Civil. Ese documento, según Sapena, incluye el juramento del entonces prelado en el que afirma que las piezas son de su diócesis.

 

"No entendemos por qué el anterior abogado de la diócesis leridana negó esta evidencia", señaló el letrado, quien quiso dejar claro que, pese a reconocer estos hechos, su cliente considera que la única jurisdicción competente para decidir sobre la propiedad de los bienes es la canónica.

 

"Nos debemos a Roma"

En este sentido, aseguró que "lo primero que tenemos que decir es que obedecemos a Roma, nos debemos a la resolución de Roma, nos guste o no. Vamos a obedecer. Si no se ha cumplido por parte del obispado es porque no tenemos los cuadros, las obras, los objetos litigiosos". "Por eso -se escudó el letrado-, se manifestó que se reclamase a quien los tiene, que es el Consorcio" del Museo de Diocesano de Lérida, integrado, además de por la diócesis, por la Generalitat, la Diputación, el Ayuntamiento y la Comarca del Segrià. Cabe recordar que en los últimos meses, el actual prelado, Joan Piris, había manifestado en múltiples ocasiones su interés por acatar la orden de la Santa Sede de que las piezas debían ser devueltas a su legítimo propietario, Barbastro-Monzón, puesto que se encontraban en Lérida en depósito, y que la imposibilidad de cumplir este requerimiento radicaba en las trabas impuestas por las instituciones civiles. En este sentido, la Generalitat se aferra a la supuesta unidad de colección para negarse a entregarlas.

 

Por su parte, el abogado del obispado barbastrense, Hipólito Gómez de las Roces, planteó varias excepciones contra la petición de los Amics con el fin de que la causa fuera sobreseída, aunque no fueron admitidas por la jueza, Beatriz Terrer. Entre ellas, se alegó la excepción de cosa juzgada, es decir, que la jurisdicción canónica ya ha emitido una sentencia sobre este litigio. La magistrada argumentó a este respecto que no existe ninguna sentencia del ordenamiento jurídico español sobre esta causa. De hecho, la diócesis de Barbastro-Monzón y el Gobierno de Aragón iniciaron en mayo del año pasado el proceso del exequátur en un juzgado barbastrense para que el decreto de la Signatura Apostólica tenga validez en España.

 

El juicio, en mayo

En cuanto a las pruebas testificales, finalmente solo se admitió la declaración durante la vista oral del conservador del patrimonio del obispado de Lérida. Él será el único que comparezca, junto al representante que designe cada una de las dos diócesis, que deberá ser conocedor de los hechos enjuiciados. Según anunció la jueza, la vista oral se celebrará el próximo mes de mayo.

 

La vista previa, que se celebró en la sala de la Audiencia Provincial debido a la gran expectación generada, se prolongó durante más de dos horas. Era la primera vez que los letrados de los dos obispados se veían las caras en un tribunal civil.