IGLESIA

El nuevo obispo de Teruel tomó posesión de su cargo

Dos mil personas abarrotaron la catedral de la capital y arroparon a Carlos Escribano ante su nueva andadura en la diócesis turolense.

Rouco Varela abraza al ya consagrado obispo de Teruel.
El nuevo obispo de Teruel tomó posesión de su cargo
JAVIER ESCRICHE

Portando el báculo y la mitra y con la mirada puesta en la Virgen de la Asunción, la titular de la catedral, Carlos Escribano finalizó la ceremonia que lo consagró ayer nuevo obispo de la diócesis de Teruel y Albarracín. Los aplausos de los dos mil fieles que arroparon al nuevo pastor de la Iglesia turolense irrumpieron en la catedral tras concluir el obispo: "Queridos hermanos de la diócesis. Me presentó ante vosotros y me pongo a vuesto servicio. Que Dios os bendiga".


La celebración con la que se nombró al nuevo pastor de Teruel, presidida por el arzobipos de Madrid, Antonio María Rouco, y auxiliado por el nuncio apostólico en España, Renzo Fratini, y por el arzobispo emérito de Zaragoza, Elías Yanes, fue calificada por Carlos Ecribano como "muy entrañable".


Cuatro arzobispos, 20 obispos y cerca de 200 sacerdotes, procedentes de distintas diocesis españolas, estuvieron presentes en la ordenación episcolal. Fue necesario instalar dos pantallas gigantes laterales en la catedral, así como una en el exterior del templo para que las numerosas personas que asistieron al acto pudiera presenciarlo.


En su intervención, Carlos Escribano hizo referencia a la necesidad de incentivar las vocaciones sacerdotales, cuya escasez se ha convertido en un problema para una provincia tan dispersa y despoblada como la de Teruel. "Desde aquí pido a los jóvenes que se animen a servir a la Iglesia", dijo.


Tuvo palabras también para las instituciones, a las que mostró su intención "de tender la mano para colaborar en construir una sociedad más justa, y buscado fórmulas de colaboración para lograr el bien común". Y no quiso olvidar a "los pobres, enfermos o los que sufren el zarpazo de la crisis económica".


El arzobispo Rouco Varela se refirió a Teruel como la tierra "a la que nunca le han faltado pastores de destino heroico, como Anselmo Polanco".


Más tarde, una vez concluida la ceremonia, el nuevo obispo de Teruel y Albarracín señaló que su misión más inmediata a partir de ahora consistirá en "adoptar una actitud de ver la realidad, de conocer la situación de la provincia de Teruel".


Escribano sustituye a José Manuel Lorca, quien en su intervención manifestó su admiración a los sacerdotes de Teruel. "Son ejemplo de valores humanos y espirituales por su capacidad de sacrificio. De ellos he aprendido mucho", manifestó.