ESTUDIO DEL GOBIERNO ARAGONÉS

El 67% de los emigrantes en Aragón tiene intención de regresar a su país de origen

La mayoría de los inmigrantes que residen en Aragón viven en una vivienda de alquiler, compran un teléfono móvil cuando llegan al país y utilizan el transporte público.


Éstos son los principales hábitos de consumo de la población extranjera que vive en la Comunidad aragonesa, según indica un estudio elaborado por el Gobierno de Aragón para conocer las necesidades de los inmigrantes e implementar las políticas públicas.


El director general de Consumo del Gobierno de Aragón, Francisco Catalán, y el director general de Inmigración, Pedro Coduras, han presentado este estudio, para el que se han encuestado a casi 600 inmigrantes procedentes especialmente Colombia, Rumanía, Senegal, Marruecos, Ecuador, China y República Dominicana.


Una de las primeras compras que realiza el inmigrante a llegar al país, aparte de comida y ropa, es el teléfono móvil para poder estar localizable, en cualquier momento, ante posibles ofertas de empleo.


El 62 por ciento dispone de una línea de teléfono fijo, lo que supone un 20 por ciento menos que los aragoneses, aunque el 38 por ciento prefiere utilizar los servicios de un locutorio para comunicarse con sus familias en sus países de origen, ha informado Catalán.


Ya en menor medida, los inmigrantes compran electrodomésticos, mobiliario para la casa, vehículos u ordenadores, según indican los datos del estudio.


El 78 por ciento de ellos vive en una vivienda en régimen de alquiler y alrededor de un 13 por ciento posee una propiedad con pagos pendientes y alquila el resto de las habitaciones para afrontar el gasto, ha explicado la autora del estudio, Esther Sedney.


El transporte urbano es el más utilizado por los extranjeros que viven en Aragón, al igual que los aragoneses, seguido del vehículo propio de segunda mano y la bicicleta.


Más de la mitad de los encuestados, un 52 por ciento, envía dinero a sus familias, y la mayoría, el 67 por ciento, tiene intención de regresar en unos años a su país de origen.


Este estudio refleja la "diversidad cultural" que hay en la Comunidad aragonesa, lo que repercute en el consumo, ha destacado Coduras, quien ha señalado que las diferencias respecto a los hábitos de los aragoneses no son "tantas".


La presencia del comercio étnico en Aragón ha aumentado en los últimos años y éstos dan servicio, especialmente, a la población inmigrante, ya que encuentra en estos establecimientos productos de sus países que no se venden otras tiendas, ha concluido Coduras.