Medio Ambiente

Lucha por la caza en barraca

Una asociación ecologista ha presentado un estudio que detalla dónde se sigue practicando esa actividad, que consideran ilegal. Las asociaciones de caza tradicional piden respeto, aseguran que no hieren a los animales y se ofrecen para demostrar que es una técnica selectiva y no masiva.

Una barraca tradicional para caza de Zorzales en el Grado.
Una barraca tradicional para caza de Zorzales en el Grado.
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SEO/Birdlife ha denunciado la libertad con que se practica la caza en barraca en Aragón, una actividad que ellos consideran ilegal por tratarse de un «técnica masiva y no selectiva», como apunta Nicolás López, del área de conservación de esa organización.


Desde la la Asociación de Cazas Tradicionales de Aragón niegan esa información. Su presidente, Pedro Campo, recuerda que es una «actividad que existe desde hace más de 500 años» y que no implica «daños en las facultades de los animales, ni mucho menos su muerte».


En un estudio presentado en la conferencia europea sobre caza ilegal de aves, la organización ecologista detalla varias formas ilegales que existen para capturar a estos animales. Se amparan en estudios y sentencias del Tribunal Supremo de España y del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas para asegurar que todas ellas, incluida el barraquismo, son ilegales.


En el informe se dice que la técnica consiste en «atrapar aves cuando se posan en los árboles-trampa impregnados con pegamento o liga, impidiéndoles el vuelo». López informa que esa práctica se «extiende por todo el país» y que es «muy común en Valencia, Barcelona y en menor medida, en Aragón».


«No se hiere al animal, la mayoría de aves se liberan» y solo algunos las conservan. «Le pido a los ecologistas que dejen de mentir, con todo el respeto. Los invito a comprobarlo aquí, me ofrezco para demostrar lo que digo», añade Campo.


La sociedad de defensa de cazas tradicionales, Apaval, confirma que el barraquismo o parany existe en la comunidad aragonesa, como ha sido siempre, aunque para ellos se trata de un tipo de caza selectiva, no masiva. «Preparamos estudios científicos para demostrarlo», asegura el presidente, Miguel Ángel Bayarri.


Pide una «regularización» de la actividad, que exija «controles exhaustivos» para la practica de esa técnica, «como ocurre en Francia». Se queja de que si los «ecologistas siguen negándose, la ley no cambiará».


Pedro Campos cuenta que muchos de los cazadores de la zona han dejado de usar esa técnica por culpa de las prohibiciones, aunque afirma que en la comarca del Somontano y del Cinca Medio, en Huesca, y en la Matarraña, en Teruel, sigue habiendo muchos practicantes.


En un comunicado, SEO/Birdlife insta al gobierno aragonés a hacer «cumplir la legalidad vigente» y desean «que la justicia persiga con contundencia a todos los infractores». Añaden que»los cazadores responsables y los ciudadanos deberían aplicar tolerancia cero con estas prácticas».