COMARCA DE VALDEJALÓN

Los conejos dañan miles de frutales en cientos de hectáreas de Calatorao y Épila

Los mamíferos roen la corteza de los troncos y los agricultores temen que el 90% de los árboles se sequen.

Los conejos están dañando miles de frutales en la comarca de Valdejalón. Los agricultores se muestran preocupados por lo que consideran una plaga que está destrozando la corteza de los troncos y que podría afectar al 90% de los manzanos. Los terrenos de Calatorao y Épila próximos a la autovía de Madrid están entre los más afectados y los fruticultores ya han empezado a tomar sus propias medidas, como la instalación de unos protectores de plástico que rodean el tronco para evitar a estos mamíferos roedores.


Ángel Luis Lasheras es un agricultor de Calatorao. Su finca, en la que hay unas 40 hectáreas de manzanos, se ha visto "atacada" por los conejos. Unos enormes cados minan el terreno y asegura que, por las noches, "salen miles de conejos". De hecho, ya han puesto dos denuncias al coto de caza por los daños en sus árboles. Y estas no han sido las únicas que ha recibido la sociedad de cazadores de Calatorao. La legislación aragonesa establece que los titulares de los cotos son los que deben indemnizar a las explotaciones agrícolas por los daños que puedan causar los animales.

Más protección en los árboles


"Hemos tenido que poner nuevos protectores de plástico en los troncos. De mayor altura para evitar que sean roídos porque los conejos han destrozado ya hasta unos 70 centímetros del suelo", comenta el agricultor. Lasheras plantó este año una parcela de unos 5.000 manzanos, que ahora teme que pueda acabar arrancando. Además, seis hectáreas más de estos árboles podrían acabar secándose. De momento, Lasheras ha puesto su caso en conocimiento del sindicato agrario Asaja para que perite los daños ocasionados en sus fincas.


"La sabia elaborada se mandará a las raíces y esta no podrá hacer el retorno porque para eso se vale de la corteza y se la han comido", explica este agricultor de 44 años. "Empiezas a ver que aumenta la población de conejos y solo con la caza no se puede controlar -añade Lasheras-. Además, los cazadores matan zorros, que son el enemigo natural de los conejos".


Según concreta este agricultor, estos terrenos no están compactados porque fueron levantados para meter las tuberías de riego por goteo y eso facilita la proliferación de madrigueras. De hecho, asegura que aunque un día tapen los cados, en menos de cuatro días el terreno vuelve a estar igual. "En solo una noche pueden provocar un desastre impresionante", añade.


Otros agricultores consultados consideran que la falta de lluvia también contribuye a que los conejos busquen otros alimentos ante la falta de hierba. La época de celo de estos animales comienza en febrero o marzo y las hembras pueden tener hasta seis camadas en un año y entre 10 y 16 crías por año.


"Para evitar una plaga, hacen falta expertos. Si fueran liebres, una batida podría ser la solución, pero no con los conejos", apuntan algunos fruticultores consultados. Los árboles más afectados han sido los manzanos.


Hace tres años, una plaga de conejos arrasó miles de hectáreas de cultivos en el entorno de Zaragoza. Los principales municipios afectados fueron Pina de Ebro, Pedrola, La Muela, Botorrita. Ocurrió a finales de enero y una semana después, la plaga llegó a la comarca de Los Monegros, donde arrasó los cultivos de cereales.