HUESCA

El Museo Diocesano de Barbastro se abrirá tras el verano con 50 fotos de los bienes retenidos

Solo podrá colgar imágenes de las obras que están en Lérida, además de 270 piezas que se van a restaurar

Varias tablas, retablos y crucifijos que se exponen en el actual Museo Diocesano de Barbastro y que se trasladarán al del Palacio Episcopal
El Museo Diocesano de Barbastro se abrirá tras el verano con 50 fotos de los bienes retenidos
J. L. P.

El obispado de Barbastro-Monzón parece resignado a abrir las puertas del nuevo Museo Diocesano sin los 113 bienes de sus parroquias que permanecen retenidos en Lérida. De hecho, ya planea exhibir fotos de una cincuentena de estas piezas, las que estarían en la exposición permanente. El proyecto museográfico de este espacio, que previsiblemente no se podrá abrir hasta después del verano, se presenta hoy en Barbastro con la presencia del presidente aragonés, Marcelino Iglesias, que tiene previsto visitar las obras junto a la consejera de Cultura, María Victoria Broto.


Según informaron fuentes de este departamento, la presentación, que se celebrará en el ayuntamiento de la ciudad, ha sido preparada por una empresa especializada y en ella se mostrarán planos de la distribución, la ubicación de cada pieza, la iluminación, la señalización, etc.


Respecto al material que podrá contemplarse en esta nueva sede, el responsable de Patrimonio de la diócesis altoaragonesa, Enrique Calvera, adelantó ayer que "se han seleccionado medio centenar de las piezas que están en Lérida", y recordó que "nos vendrían muy bien" para completar el discurso museográfico.


No obstante, y a pesar del acuerdo alcanzado en junio entre los responsables de las dos diócesis implicadas en el litigio y de los mandatos del Vaticano para que Lérida las entregue de inmediato a Aragón, Calvera dio por hecho que sus huecos no podrán llenarse de momento. "La cosa -en referencia a las gestiones para hacer efectiva la devolución- no está muy madura", llegó a asegurar.


El discurso queda incompleto


Por este motivo, se ha decidido que "se dejarán los espacios que ocuparía cada una de estas piezas en la exposición permanente y quedará constancia de ellas a través de una fotografía", explicó el responsable de Patrimonio, quien reconoció que precisamente estas obras son algunas de las más valiosas incluidas en el discurso museográfico. "La parte dedicada al románico -reconoció- se mejoraría con los frontales (como el de Treserra) y la pintura gótica, con algunas tablas que son monumentales. Serían un complemento muy interesante".


Pero aún quedan meses para que el restaurado Palacio Episcopal se abra al público. Las obras, que comenzaron en 2006 y tienen un presupuesto de más de 8 millones de euros -sufragados por la DGA-, están prácticamente concluidas en el interior, aunque también está previsto actuar en el exterior, donde siguen los trabajos. El plazo de ejecución era de 30 meses y a pesar de que hace más de un año se doblaron los turnos para agilizar las obras, han acumulado cierto retraso. De hecho, se esperaba concluirlas antes de que acabara 2008. Finalmente, parece que no se podrá inaugurar hasta después del verano.


Y es que el Departamento de Educación, Cultura y Deporte acaba de sacar a concurso la restauración de las 276 piezas que inicialmente se mostrarán en las nuevas dependencias. Todas ellas se exhiben en las actuales salas del Museo Diocesano desde su inauguración en 1978, salvo tres, el pantocrátor de Vió (núcleo del municipio sobrarbense de Fanlo) -"que se conserva en la catedral y seguirá allí porque es de dimensiones muy grandes, pero también forma parte de los fondos"- y dos tapices de Fanlo, comentó Enrique Calvera.


Entre la larga lista de piezas que se van a rehabilitar hay "pinturas murales, esculturas, orfebrería, indumentaria y objetos litúrgicos…", enumeró Calvera. De entre ellas, destacó el altar de plata de la catedral "que se utilizaba para las grandes ceremonias", un píxide del siglo XIII procedente de la escuela de Limoges (copón para llevar la comunión a los enfermos), un conjunto de cruces parroquiales de plata, una mitra de San Victorián del siglo XII, una casulla mudéjar, el retablo de Abi (Seira), una virgen tardorrománica de Rañín o un cristo de la misma época procedente de Salinas.


Además, en Barbastro se conserva una importante colección de lipsonotecas, "cajitas en las que se depositaban las reliquias de los santos al consagrar un altar y el pergamino correspondiente con datos como la fecha, el nombre del obispo que lo consagraba, las personas de relevancia presentes en el acto", indicó Calvera. "Tenemos más de una docena -subrayó- porque son muchas las iglesias que se han cerrado en la diócesis, y en pocos museos hay tantas".


Las empresas interesadas en hacerse con este contrato de restauración -cuyo presupuesto base ronda los 200.000 euros- podrán presentar sus ofertas hasta el 3 de febrero y teniendo en cuenta que el plazo de ejecución es de 6 meses, los objetos que darían contenido al museo no estarían listos hasta agosto como mínimo.


El mobiliario tampoco se ha licitado todavía, confirmaron fuentes del Gobierno de Aragón, que no se aventuraron a dar una posible fecha de apertura del espacio expositivo, porque los trámites "llevan su tiempo", recordaron.