VALDEJALÓN

Calatorao saca a la luz el pasado mudéjar del hospital de peregrinos

Tras años de intervención en la antigua mezquita, ya pueden verse las pinturas descubiertas

Arco del mihrab descubierto en una de las fachadas.
Calatorao saca a la luz el pasado mudéjar del hospital de peregrinos
HERALDO

Casi por casualidad, se descubrió que una de las ventanas circulares podía ser el arco mudéjar que conforma la parte alta del mihrab de una mezquita. Con esa pista, la asociación cultural Barbacana de Calatorao comenzó a tirar del hilo con ayuda de especialistas. La conclusión fue que el edificio conocido históricamente como hospital de peregrinos, tenía una historia anterior: la de quienes lo habían utilizado para el rezo hasta la expulsión de los moriscos. Ahora investigan si el encargado de la segunda construcción fue un morisco convertido al cristianismo que quiso ocultar, pero no estropear, el arte mudéjar.

 

Durante las pasadas fiestas de Calatorao, los vecinos de la localidad pudieron conocer las pinturas que han recuperado en la madrasa (escuela musulmana), así como la cocina del imán o la maqueta construida para ver cómo fue en origen la mezquita, que según el historiador y experto en arte musulmán, Bernabé Cabañero, dataría de la década de 1440.

 

Después de varios años de trabajo y de lucha por conseguir subvenciones para recuperar el patrimonio calatorense, el presidente de la asociación cultural Barbacana, Antonio Pérez García, se muestra contento con el resultado y satisfecho de la acogida que ha tenido por los vecinos.

 

Pérez recuerda cómo a la vuelta de una visita a la mezquita del barrio turiasonense de Tórtoles se percataron de las similitudes entre el mihrab que habían visto en Tarazona y la forma de la ventana en una de las fachadas de la que ya era sede de su asociación, el antiguo hospital de peregrinos del Santo Cristo de Calatorao. Esto ocurrió en el 2002 y, desde entonces, la asociación no ha cesado en su empeño por enseñar al pueblo la doble historia del edificio. Durante mucho tiempo, este edificio estuvo abandonado, después de haber sido utilizado para pasar consulta y hasta como almacén.

 

En la maqueta que han hecho para recrear cómo fue la mezquita, hay una única sala de oración, en la que estaría el mihrab. A la derecha de este, habría una puerta de madera donde se guardaba el minbar (escalera de madera con ruedas utilizada para la oración). Y este quedaría iluminado por los rayos de luz que entraban por el lucernario superior que se conserva en el muro de la quibla.

Dos construcciones en una

Aunque es difícil de imaginarlo ahora, debido a que las posteriores transformaciones del edificio lo dividieron en dos alturas y varias habitaciones separadas, según los datos del historiador que ha dirigido esta rehabilitación, junto a la mezquita se habrían construido en la época unos edificios anexos donde estaba la antigua cocina del imán y la madrasa, donde se instaló el antiguo establo del hospital de peregrinos.

 

En esta sala se descubrieron los restos de pinturas al fresco en las que se identifica un doble arco califal, un árbol de la vida, decoraciones con motivos vegetales y varios grafitis de diferentes épocas. Además, en esta habitación apareció también una puerta de estilo gótico isabelino.

 

La asociación ha contado con financiación del Ayuntamiento, la Diputación Provincial de Zaragoza y la comarca de Valdejalón para la recuperación del templo. Solo en la primera fase se han invertido unos 120.000 euros, aunque se espera poder seguir con nuevas fases. Una de las cosas que se plantean es abrir el mihrab y la reconstrucción virtual de la pintura del árbol de la vida, que es totalmente simétrico.

 

La mezquita, ubicada en la calle del Murillo, puede visitarse los sábados de 18.00 a 21.00, horas a las que suelen reunirse los miembros de la asociación Barbacana. Aunque se recomienda contactar previamente con el teléfono del Ayuntamiento.